Desde hace tres semanas, en el grupo escolar Antonio Fonseca Betancourt, ubicado en la comunidad El Eneal, municipio Crespo, permanecen suspendidas las actividades escolares a causa del desborde de la laguna de oxidación de la zona, la cual desvía las aguas residuales a las tanquillas colectoras de la institución.
Por estos motivos, la junta de padres y representantes decidió tomar acciones de calle como medida de presión del problema que afecta la escolaridad de 1.500 niños. Aproximadamente desde las 6 de la mañana obstaculizaron el tramo vial que comunica al sector con los caseríos El Paují, El Toro, y La Orqueta.
Este problema genera que el líquido contaminado sobresalga de las baterías de baño y tuberías del comedor, imposibilitando el normal desarrollo de las jornadas académicas.
La profesora Onela Escalona, informó que “en vista de este problema hemos decidido habilitar algunas casas de padres y representantes para impartir las clases en cumplimiento de este primer lapso. La situación es insostenible, no soportamos los malos olores que han representando un problema de salud pública a todas las personas que hacemos vida en este grupo escolar”.
Explicó que a pesar de los constantes reclamos por parte de la comunidad en general, los organismos competentes no han emprendido soluciones concretas.
“La semana pasada, tuvimos la visita de representantes del Ministerio del Ambiente, Hidrolara y alcaldía de Crespo. Explicaron que se deben cumplir una serie de permisos a objeto de comenzar el proyecto”.
A su vez, relató que durante este periodo escolar, se han presentado innumerables casos de enfermedades infecciosas en docentes y niños; al igual que diversos miembros de mesa que participaron en los comicios electorales del pasado domingo, quienes resultaron perjudicados ante la presencia de extrañas erupciones en la piel y dificultades respiratorias.
“Es preciso que se solucione los inconvenientes en la laguna de oxidación y el sistema de colectores del sector, pues afecta la escolaridad de los alumnos de esta institución y altera su calidad de vida”.
Problema ambiental
El ingeniero Jesús Dugarte, habitante de este sector y experto en materia hidráulica, recordó que el desborde la laguna de oxidación data desde el 2008, año en que se presentó el primer derrame de aguas residuales .
Explicó que desde su construcción en 1992, la laguna de oxidación contaba con un sistema programado de limpieza cada cinco años, sin embargo esta acción nunca se cumplió.
Por tal motivo, el exceso de sedimento de la laguna produjo que esta desbordara hacia los sistemas de cloacas y a la quebrada El Toro, cuyo cauce es adyacente a la comunidad.
“La única solución viable refiere a la construcción de otra laguna de oxidación que permita aliviar todas las aguas residuales, para que así se proceda a sanear el pozo deteriorado mediante la extracción del sedimento. Este proceso puede tardar aproximadamente cuatro meses”.
