Trabajadores del llenadero Jacinto Lara de PDV Comunal, ubicado en la Zona Industrial I de Barquisimeto, decidieron por iniciativa propia distribuir en las inmediaciones de la empresa cerca de 1.000 cilindros de gas doméstico, a fin de satisfacer la nececidad de un nutrido grupo de personas que aguardaba reponer el preciado producto, bombona en mano, desde las 6 de la mañana.
Ramón García, delegado de Prevención de la empresa estatal de gas doméstico, indicó que “los trabajadores estamos haciendo un gran esfuerzo por normalizar la distribución del producto, por lo menos entregándolo a las personas que se acercan a nuestra planta, pero sin la presencia de los gerentes Gaspar Camacho y Luis Contreras, que una vez más se han convertido en los enemigos de los empleados y las comunidades”.
“Ayer, haciendo gala de una actitud inhumana, despidieron a un compañero que tenía cerca de cuatro años desempeñando el cargo de supervisor de distribución. Ni siquiera les importó que su esposa está a punto de dar a luz”, indicó.
“A este trabajador se le está responsabilizando por el mal servicio que está prestando actualmente PDV Comunal. Esto demuestra que, lamentablemente, la gerencia de la planta no busca soluciones sino culpables. Nuevamente le echan la culpa a otro trabajador de sus propios errores”.
“Queremos rechazar la actitud grosera, vulgar e inhumana de los gerentes Gaspar Camacho y Luis Contreras, quienes no tienen ningún tipo de sensibilidad social, además de ser incapaces para desempeñar cargos tan importantes en una empresa que presta un servicio público de primera necesidad”, sentenció.
El dirigente laboral manifestó que “nosotros estamos ejerciendo nuestras labores por la comunidad. Aquí prácticamente hay un control obrero, nosotros mismos estamos coordinando la producción, el llenado y la distribución del gas”.
“Queremos ser responsbles del servicio, pero la gente debe entender que muchas situaciones que se presentan en la planta escapan de nuestras manos”, señaló.
“Hay muy pocos cilindros para llenar, lo cual nos obliga a trabajar a media máquina. Necesitamos que la planta adquiera al menos 10.000 bombonas, a fin de que podamos llenar y tener stock para distribuir a las comunidades”.
García destacó que continúa el ambiente de conflictividad con algunos integrantes de los consejos comunales y la Comuna Socialista Pío Tamayo. “Ellos siguen viniendo a la planta con ánimos de confrontación, queriendo poner a la comunidad en contra de los trabajadores y haciéndole el juego a Gaspar Camacho, que es quien trae a esos grupos para acá”.
Reiteró las propuestas que han esgrimido desde hace varios meses. “Es necesario construir más romanas, poner en servicio más camiones, pero sobre todo, reactivar el segundo turno”.
