Incertidumbre total

La mayor certeza de estos tiempos en Venezuela es que nadie sabe realmente lo que ocurrirá. Se han desencadenado procesos sociales sobre los que ningún actor tiene control, a pesar de proclamarse líderes o representantes del pueblo, lo cierto es que en este momento las masas son las que mandan. El gran gobernante del país en este momento, así como el principal estratega opositor, se llama popularidad.
El gobierno anuncia una cruzada contra los empresarios, y más preocupa cómo impacta esto en la opinión de la gente que el debilitamiento institucional que esto significa. Las elecciones son el objetivo de corto plazo, se apuesta en lo inmediato todo a cambio de vaciar de contenido las luchas sociales. En ambos casos es la popularidad la que cuenta, si la mayoría piensa que las medidas de bajar los precios son favorables entonces hay que plegarse o en el peor de los casos mirar hacia otro lado para no afectar la propia popularidad; en las elecciones se invita a votar no por un proyecto sino para que el contrario no asuma el poder, valiéndose de su poca popularidad.
El problema con las masas es que ellas mismas autoproclaman sus derechos, se sienten legitimas por el simple hecho que muchos piensan igual, inclusive más allá de la Ley. Las masas son también irresponsables, el individuo se convierte en un ser anónimo libre de toda responsabilidad. Y por lo anterior, las masas son volátiles, al mezclarse la auto legitimidad con la irresponsabilidad el pasar de la pasividad a la acción (¿impredecible?) es cuestión de instantes. Piden “vaciar los anaqueles” y la respuesta fue inmediata, legitimidad (¿?) – acción.
En Venezuela se le ha dado el poder a la masa, y ésta es impredecible y por lo tanto peligrosa. Quienes tratan de entender el proceso actual no pueden más que especular, pues las masas son infinidad de variables interconectadas de maneras misteriosas, en las que pasiones y razones se entremezclan. Para que la certidumbre llegue al proceso social que atraviesa Venezuela el primer paso es lograr que el marco institucional impere.