La obra de infraestructura de mayor envergadura de la región centroccidental y la más esperada por el pueblo larense yace en la desidia. Hace 42 años inició la ejecución del Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor y durante este tiempo se invirtieron más de 1.500 millones de dólares. Hoy en día la obra permanece paralizada y en riesgo de colapso por derrumbes en el túnel de trasvase.
Durante el 2014, sólo se reflejaron noticias negativas sobre esta obra. Resaltaron los derrumbes en el túnel trasvase en julio y septiembre; en ese último mes, colapsó una sección de 100 metros lineales de carrilera en el progresiva 13.000 (kilómetro13) del conducto subterráneo de 25 kilómetros de longitud.
Según algunos profesionales, la causa del hecho se produjo por la inexistencia de medidas preventivas de mantenimiento y revestimiento de las paredes rocosas. De no corregirse estas fallas, aseguran, seguirá desplomándose la estructura.
Lorenzo Monasterios, coordinador regional de Un Nuevo Tiempo (UNT) en el estado Lara, declaró que el sistema está en el peor momento de su historia, puesto que el túnel es la esencia de la obra. “De llegar a colapsar completamente, se perdería casi toda la construcción”.
La responsabilidad de los trabajos en el conducto está a cargo de la Empresa Noroccidental de Mantenimiento y Obras Públicas (Enmohca), consorcio que adquirió desde la ciudad de Miami una geomembrana a fin de revestir el túnel.
Sin embargo, sólo pudieron aplicar 25 metros de este material, pues el producto no reunía las condiciones técnicas necesarias para amoldarse a la pared rocosa. Según Monasterios, la geomembrana se encuentra abrumada a un costado del túnel de salida.
“También es necesario que se coloque un revestimiento por debajo de la membrana, que le dará fortaleza a los cilíndricos del túnel. Si no protegen la pared rocosa, esa obra puede perderse totalmente. No sirve de nada terminar el aliviadero, la represa y los programas de riego si no se garantiza el agua desde la parte alta del parque nacional Yacambú hasta los Valles de Quíbor”.
Calificó de irresponsables a los directivos de Enmohca, pues aparentemente mienten al decir que no ha ocurrido ningún derrumbe durante el 2014. “Esta situación ha sido denunciada hasta por los mismos trabajadores”, rebatió.
Sin asignación presupuestaria
Lo más preocupante, relata Monasterios, es que en el Presupuesto de la Nación del año 2015 no existe una asignación especial para la continuidad de las obras, por lo cual el futuro de la construcción es incierto al no contar con una fuente de financiamiento.
“No existe partida destinada para la obra, ni siquiera para el mantenimiento de los sectores críticos. Realmente se avizora un panorama de crisis, máxime cuando el presupuesto está calculado con el costo del barril de petróleo en 60 dólares y en este momento está cerrando en 47 dólares”.
1.200.000 personas perjudicadas
Como todo problema político administrativo, el que más sufre es el ciudadano. Cerca de 1.200.000 personas de los municipios Iribarren, Jiménez y parte de Palavecino esperan la conclusión de la obra para responder ante la demanda de agua que actualmente es de 3.000 litros por segundo.
“Justamente esa cantidad de litros es la que puede generar el sistema, con ello se solventaría el déficit de agua de estos municipios, donde cada semana se aprecian constantes protestas por fallas en el suministro del vital líquido”.
Llamado a las fuerzas vivas
El dirigente político hizo un llamado a las diversas instituciones civiles y gremios del estado Lara, en función de aglomerar un bastión en defensa de la obra más importante de la región.
“El estado Lara necesita pensar en grande. Se requiere un amplio frente donde podamos involucrar a la Iglesia, Colegio de Ingenieros, entre otros gremios, para que juntos reclamemos los recursos para Yacambú. Hago un llamado al arzobispo Antonio José López Castillo, para que coordine esa comisión e interceda en los intereses de los larenses”.
Obras faltantes
Aunque se completaron los cronogramas de ejecución en la perforación del túnel trasvase y el túnel de descarga, faltan obras anexas como la construcción de la vialidad, así como también la finalización del aliviadero y el revestimiento del túnel. Se suma que al finalizar los trabajos, se debe esperar un lapso de tres años para el llenado la represa.
