La planta física de la Escuela Bolivariana San Vicente se vulnera conforme al tiempo y la desatención del Estado. Cerca de 300 infantes de educación inicial y primaria reciben clases en un plantel donde los inconvenientes contradicen el proceso de calidad educativa del Ministerio de Educación.
El problema más grave se evidencia en los techos de plantel. En seis aulas de clase y el área de biblioteca se observan agujeros de considerables dimensiones por la longevidad del acerolit. Incluso, en el salón de segundo grado, se aprecia un alarmante hundimiento de la superficie.
Docentes relatan que son vulnerables durante períodos invernales. Algunos tobos permanecen a un costado de las aulas ante cualquier contingencia. Indican que algunos sectores se inundan fácilmente.
Más grave aún es el estado de las canaletas. Escombros y restos de ramas obstruyen el sistema de desagüe.
También, las áreas verdes, donde la maleza se ha apoderado progresivamente. Esto ha generado la proliferación de mosquitos portadores de enfermedades y roedores.
Cocina sin refrigeración
El área del cocina tiene dificultades para conservar los alimentos. El refrigerador principal cuenta con fallas en sus motores y la nevera tiene dañado el compresor. A duras penas guardan los alimentos en un congelador prestado por un representante. Además, cuentan con déficit de utensilios e instrumentos para la correcta preparación de alimentos. Las madres procesadoras requieren estos insumos para ejercer una labor con calidad.
PAE aún no llega
Según el cronograma de distribución de la empresa Pdval, dicha institución ubicada en la parroquia Concepción, le correspondía los rubros del Plan de Alimentación Escolar (PAE) el día lunes 2 de febrero.
Sin embargo la promesa no fue cumplida, y se evidencian los problemas de distribución generados en este programa dirigido por la Corporación de Alimentación Escolar en conjunto con el ministerio.
Baños y bebederos inhabilitados
Los espacios para la higiene de la comunidad escolar están colapsados. Apenas dos de las ocho baterías de baño están en funcionamiento. El problema central se debe a la falta de mantenimiento y la obstrucción de las tuberías por la raíz de un árbol cercano.
Asimismo, los bebedores de la escuelas son plumas comunes. Los niños consumen el agua almacenada en el único tanque de agua aéreo del plantel.
Todos estos inconvenientes reposan en la sede de Corpolara, pues su presidente, Luis Reyes Reyes, visitó la escuela el pasado 24 de octubre y se comprometió en solventar los problemas. Pero hasta los momentos no han emprendido algún proyecto.
La comunidad exige la construcción de un tanque subterráneo, la reposición del techo y desagües, reparación completa de baños, dotación del comedor, techado de la cancha y desmantelamiento de las áreas verdes.
Los trabajadores suministraron la información al equipo reporteril. Ninguno se identificó por temor a represalias.
