El peligro anda en lomo por las calles, montado en bicicleta, en un bolso de viajero o en la maletera de los vehículos… las bombonas de gas doméstico de 10 kilogramos diariamente son trasladadas en Barquisimeto por usuarios preocupados ante la crisis del servicio.
Conscientes de la aventura que representa, toman el riesgo y salen a las calles en busca de gas.
“Sin luz no vemos televisión, pero sin gas no comemos”, se cuestionaba Ana Julieta Villacinda, dama de 48 años de edad, en una cola para comprar gas doméstico fuera de la Casa del Proletariado, el pasado miércoles.
Junto a ella, otras treinta personas protestaban a las 11:45 de la mañana, porque les habían dicho que no venderían más bombonas este día.
Los ciudadanos se sentían burlados. Comentaron que les informan que el camión pasará un día por cierto punto y no es así. Pierden su día de trabajo y luego deben salir en taxi a buscar dónde comprarla, por lo que pueden gastar hasta Bs. 500 en la adquisición de una bombona.
“Es preferible comprarla en 100 o 200 bolívares, pero tampoco se encuentran revendidas”, manifestó Mario Peralta.
Afiman que el cilindro de 10 kilogramos apenas les dura 15 días, sumado a que no son llenadas en su totalidad, por lo que exigen sincerar de la distribución.
“Los camiones no van a las comunidades y dan como excusa que se les espichó un caucho o dañó la batería… ¿acaso no tienen una caja chica con la cual reponer la pérdida?”, comentó Obdulia Ferrer de Pueblo Nuevo.
Al malestar colectivo se sumó una dama, quien prefirió mantener su identidad resguardada, dueña de un puesto de empanadas en la Zona Industrial. Dijo que en la semana gasta más de tres bombonas de gas y solo le venden una por cola, por lo cual debe hacerla varias veces y no por eso es bachaquera o revendedora.
Es de destacar que a los ciudadanos les preocupa que producto del traslado e instalación por personal no calificado, se deterioren los cilindros y genere algún accidente.
Especulación en el camión
Los compradores denuncian que los conductores de los camiones no cumplen con las guías de distribución que la empresa les asigna, por lo cual venden la bombona “al mejor postor”.
Giovanny Iribarren comenta que si bien el cartel del camión informa que la bombona pequeña cuesta Bs. 5, los camiones la venden en Bs. 7 y hasta más. A ello se debe sumar la ganancia en la bodega.
Calculan que si un camión puede salir de planta con 200 cilindros, en un viaje el conductor puede ganar Bs. 600, con el sobreprecio. Lamentan que no exista una supervisión que confirme cumplan la distribución.
Desaparecen las bodegas
Iribarren comenta que las bodegas del sector donde vive, y que expendían gas, han cerrado porque no les resulta rentable.
“Uno les dejaba la bombona para que la cambiaran, pero pasaban hasta 15 de días para que el camión los surtiera, se les acumulaban y por eso la ganancia era poca”, relató.
En su opinión dichas bodegas eran importantes puntos de distribución que descongestionaban el servicio.
No les importa pagar más
Los usuarios del servicio aseguran que no les importa pagar más, pero que mejore el servicio.
Comentan que a pesar de existir un número telefónico para las denuncias y petición del servicio este no es atendido, sumado a que no se distribuyen las bombonas de acuerdo a la realidad y necesidad de la ciudadanía.
Si bien se trata de varias empresas que prestan el servicio en el estado, todas presentan irregularidades en su funcionamiento, lo cual redunda en complicaciones para los clientes.
Replanteamiento del servicio
Ante las constantes denuncias, el diputado Andrick Cordero, encargado de supervisar la prestación del servicio en Lara, comentó que ponen en marcha un plan de acción, que aspiran solvente la problemática.
Entre las medidas tomadas, refirió que el pasado mes de enero iniciaron el programa Sacudón de Gas, que consta de acudir con más de 10 camiones los fines de semana a las comunidades en crítica situación de servicio.
Asimismo comentó que el pasado 26 de enero arrancaron con el horario nocturno de distribución, en el que entregarán otras 80 mil bombonas al mes; tarea que emprenden de la mano con los Círculos de Lucha y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
También implementará los Estantes Comunales Móviles para bombonas de 10 kilos, con apoyo de las Unidades de Batalla Bolívar Chávez (UBCH), encargadas de recolectar y retornar los cilindros. Sostuvo que estos cilindros son una alternativa para quienes no son usuarios formales de Gas Comunal.
Detalló que diariamente 85 camiones salen a las calle repletas de gas, sumado a los operativos para bombonas de 10 kilogramos, en puntos como la Casa del Proletariado. Asimismo, agregó que esperan activar otro punto de distribución en la Estación Central Simón Bolívar de Transbarca.
Es de destacar que en julio activarán un centro de llenado en el sector El Molino, de Jiménez, a objeto de abastecer la zona de la montaña.
Registro de usuarios
Cordero comentó que en los siguientes días iniciarán, por orden del presidente Nicolás Maduro, un registro virtual de usuarios y usuarias del servicio, a fin de cuantificar las familias que se abastecen de gas en el estado.
Con esta cifra, comenta, podrán sincerar las rutas, ampliar la flota si es necesario y realizar el cambio de cilindros en las comunidades.
Sobre la propuesta de cambio de vacíos de 10 kilogramos por los de 18, la ciudadanía sostiene que si bien es una atractiva propuestas, tienen dudas sobre si esto pueda ocurrir. Cuestionan que si existen problemas para el llenado de las bombonas, este podría intensificarse con otras de mayor tamaño.
Meter presos a los bachaqueros
El pasado fin de semana conformaron en Lara el Bloque Estratégico para la Defensa del Gas Comunal, con lo cuales esperan controlar los atropellos al servicio y manifestaciones de calle, las cuales, cuenta Cordero, son organizadas por un grupo desestabilizador, que se aprovecha económicamente de la situación y vende especulativamente las bombonas.
“Generan caos para que las personas se alarmen, infiltran gente en las colas… pero los tenemos identificados y próximamente los meteremos presos”, comentó el diputado, quien refirió que trabajarán de la mano con equipos de inteligencia social y Guardia Nacional Bolivariana.
“Pagarán cárcel porque roban al Estado”, comentó.
Ciudadanos como Peralta refieren que se trata de “amenazas políticas y no de soluciones a los verdaderos problemas”. Otros se pregunta si es que acaso quieren “matar el pueblo de hambre”.
Nuevas familias no tienen el servicio
Los nuevos matrimonios y parejas se quejan por no poder adquirir un contrato de gas para su hogar. Al acercarse a oficinas les comentan que actualmente no otorgan nuevos servicios, puesto que no se dan abasto.
Les recomiendan volver luego a la oficina para consultar si ya comenzó la apertura de contratos de gas.
Rosa de Hernández tiene tres años de casada, mismo periodo que lleva buscando una nueva conexión de gas. A pesar de que construyó una pequeña pieza al lado de su casa materna, depende de la cocina de su madre para preparar los alimentos porque en su casa no tienen cómo hacerlo.
Le han recomendado improvisar una toma y regulador, pero teme algún percance. Tiene una cocina eléctrica, sin embargo, asegura que no les es práctica.
Robo de bombonas
Los usuarios tampoco pueden comprar nuevos vacíos. Situación que se ha prestado para que las personas vendan las bombonas de 10 kilogramos en Bs. 4.000 y Bs. 6.000. Ante la necesidad hay personas que los pagan.
Pero esta práctica comercial también ha generado intensas oleadas de robo de bombonas de gas por las calles.
El pasado mes de diciembre, cuatro señoras mayores trasladaban sus bombonas en carretilla en el sector La Cañada. Fueron despojadas de esta mientras eran apuntadas con un arma de fuego.
En las colas para esperar el camión o fuera de los mismos centros de distribución también las roban.
Una dama que prefirió no identificarse sufrió el robo de su bombona de gas el pasado miércoles, mientras esperaba le vendieran una de estas llena, fuera de la Casa del Proletariado.
Los ciudadanos lamentan que además del conflicto de encontrar dónde comprar gas, deban enfrentar el robo de sus bombonas.
Para evitar esto pagan taxi o libre, lo que multiplica el gasto.
