La pretensión de FIBA y la Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) de que la Liga Profesional de Baloncesto (LPB) pase a convertirse en una “liga larga”, a iniciarse entre el 1 y 15 de noviembre de 2015 y finalizar en el mes de mayo de 2016, parece que se quedará en utopía al menos un año más.
Este martes tampoco se hicieron anuncios a pesar de que hace dos semanas, las directivas de LPB y FVB anunciaron mesas de trabajo con representantes del Ministerio del Deporte para dilucidar este asunto y llegar a un acuerdo que satisfaga los planes de ambas partes, toda vez que existe un evidente conflicto entre los intereses deportivos y la viabilidad económica por parte de los dueños de franquicias.
El pasado fin de semana, incluso, un grupo de jugadores de la selección nacional y otros activos en LPB, entre quienes se destacan Gregory Vargas, José Vargas, Néstor Colmenares, Javinger Vargas, Juan Coronado, Tulio Cobos o Luis Carrillo, así como el joven larense José Mathías Aranguren, expresaron su descontento porque entre las posibles medidas a anunciar estaría incluido el regreso de los tres importados en cancha de forma simultánea.
La opción que parece recoger el consenso de las partes es dar comienzo al torneo el 15 de diciembre, a pesar de la inicial posición de los propietarios de arrancar del 6 al 8 de enero de 2016.
En lo que parece haber un claro acuerdo es en el cumplimiento de un calendario de 36 juegos por franquicia y en la culminación de la serie final como máximo el 7 de mayo.
Eso daría suficiente tiempo a la FVB para iniciar una concentración con miras al Suramericano de Naciones y los Juegos Olímpicos de Río.
