La calidad del agua potable suministrada a los habitantes de Barquisimeto y municipios aledaños del estado Lara es nuevamente objeto de preocupación debido a la persistente turbidez.
Desde el inicio del período de lluvias, los ciudadanos han manifestado que el agua que llega a sus hogares presenta una coloración amarillenta, suscitando inquietudes sobre sus posibles efectos en la salud y la economía doméstica.
Lea también: Moseco: Barquisimeto y municipios vecinos reciben agua insalubre desde hace un mes
Julio Gutierrez, presidente del Colegio de Ingenieros del estado Lara, indicó que la turbidez es un problema cíclico en la región.
En declaraciones a medios locales, explicó que el arrastre de sedimentos desde las cuencas es un factor natural considerado en el diseño de las obras hidráulicas. Sin embargo, la recurrencia del problema sugiere posibles ineficiencias en el proceso de potabilización en la planta de tratamiento.
Lea también: VIDEO | Salud en riesgo: Alertan sobre la distribución de agua no potable en Lara
Antecedentes recientes confirman la naturaleza repetitiva de esta situación. En mayo de 2021, el entonces gobernador de Lara, Adolfo Pereira, atribuyó la turbidez a la movilización de sedimentos en los ríos durante las lluvias, afectando la calidad del agua en el Embalse Dos Cerritos.
Pereira señaló en ese momento la necesidad de sulfato de aluminio para el tratamiento, un químico cuya obtención representaba un desafío logístico.
La persistencia de la turbidez en el agua potable en Barquisimeto plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema de tratamiento para afrontar los efectos de la temporada de lluvias y garantizar un suministro de agua apta para el consumo humano. Los ciudadanos esperan respuestas y medidas efectivas para resolver esta problemática recurrente.