El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inameh) informó este martes 3 de junio la presencia de importantes concentraciones de polvo del Sahara en el territorio venezolano. Este fenómeno natural, que ocurre anualmente entre junio y agosto, se manifiesta por la dispersión de partículas provenientes del desierto africano arrastradas por los vientos alisios.
Según el boletín meteorológico del Inameh, se espera que las regiones Oriental y Central del país sean las más impactadas, lo que podría generar una notable reducción de la visibilidad horizontal y limitar la formación de nubes. La llegada de este polvo se traduce en cielos brumosos y una disminución general de la calidad del aire.
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Más allá del impacto visual, este evento conlleva implicaciones significativas para el medio ambiente y la salud pública. Entre los efectos negativos se destaca una posible merma en las precipitaciones, lo que afectaría particularmente a la franja norte y central del país. Asimismo, el polvo del Sahara representa un riesgo para la salud, especialmente para individuos con afecciones respiratorias preexistentes como asma o EPOC, debido a la presencia de componentes como bacterias, virus, mercurio, hierro y pesticidas.

¿Qué síntomas puede causar?
Los síntomas más comunes asociados a la presencia del polvo del Sahara son:
- Problemas respiratorios: irritación de la nariz, garganta y ojos, tos, congestión nasal, dificultad para respirar y asma.
- Problemas dermatológicos: irritación de la piel, picazón y eccema.
- Problemas oculares: irritación de los ojos, conjuntivitis y visión borrosa.
¿Quiénes son más susceptibles?
Las personas más susceptibles a los efectos del polvo del Sahara son:
- Niños: sus pulmones aún están en desarrollo y son más sensibles a las irritaciones.
- Adultos mayores: pueden tener problemas respiratorios preexistentes.
- Personas con enfermedades respiratorias: asma, bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Personas con alergias: pueden experimentar síntomas más severos de alergia.
¿Cómo protegerse?
Para protegerse del polvo del Sahara, se recomienda:
- Evitar la exposición al aire libre: especialmente en las horas pico de concentración de polvo, que suelen ser entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde.
- Usar mascarillas: las mascarillas N95 o KN95 son las más efectivas para filtrar el polvo.
- Mantener las ventanas cerradas: especialmente en las habitaciones donde duermen los niños y las personas con problemas respiratorios.
- Lavarse las manos con frecuencia: para evitar que el polvo entre en contacto con los ojos y la boca.
- Utilizar gotas oftálmicas: para prevenir la irritación de los ojos.
- Beber mucha agua: para mantener las mucosas hidratadas y ayudar a eliminar el polvo del cuerpo.
En caso de presentar síntomas:
Si presenta síntomas como irritación de la nariz, garganta o ojos, tos, congestión nasal o dificultad para respirar, consulte a un médico.