El Banco Central de Venezuela (BCV) ha intensificado su política de intervención cambiaria en los últimos dos meses, al punto que el monto total vendido en el mercado oficial se elevó a 1.449 millones de dólares en lo que va del año 2025, según datos revelados por la consultora Aristimuño Herrera & Asociados.
Esta cifra refleja un esfuerzo sostenido por contener la volatilidad del tipo de cambio en medio de nuevas presiones externas y ajustes internos en la política monetaria.
Intervenciones constantes para contener la presión cambiaria
Durante la semana hábil que concluyó el viernes 6 de junio, el BCV mantuvo una intervención de 60 millones de dólares, igual a la registrada en la semana anterior, consolidando un patrón de asignaciones regulares para sostener la cotización oficial del dólar.
Entre abril y mayo, el ente emisor colocó un total de 710 millones de dólares en la banca nacional, reflejando una aceleración significativa frente al inicio del año.
Esta estrategia se interpreta como una respuesta directa al impacto generado por la revocatoria de la licencia otorgada a Chevron y otras compañías extranjeras para operar en el país, hecho que ha limitado el ingreso de divisas al sistema financiero.
El BCV, en consecuencia, ha intensificado la oferta de moneda extranjera en el mercado bancario formal, buscando mitigar desequilibrios en la cotización del bolívar y preservar cierta estabilidad cambiaria.
Desaceleración frente a 2024, pero con tensiones persistentes
Aunque el ritmo de intervención ha sido elevado recientemente, el monto acumulado de 1.449 millones de dólares representa una disminución de 12,87% frente a los 1.663 millones colocados en el mismo período de 2024, lo que sugiere una política más medida respecto al año anterior, pero igualmente significativa en contexto.
El tipo de cambio oficial subió 1,71% en la última semana, ubicándose en 98,51 bolívares por dólar al viernes 6 de junio. Sin embargo, ya se anunció una nueva tasa para el lunes 9 de junio, que será de 99,09 bolívares, con una variación adicional de 0,59%.
En las mesas cambiarias bancarias, el dólar se cotizó entre 96,94 y 98,68 bolívares para la compra, y entre 98,74 y 99,57 bolívares para la venta.
Evolución del tipo de cambio y pérdida de valor del bolívar
Desde el cierre de 2024, el tipo de cambio oficial ha acumulado un alza de 89,69%, lo que representa una depreciación del bolívar de 47,28% en lo que va de 2025. Si se evalúa en términos interanuales, el dólar ha subido 170,06% en el mercado oficial, mientras que la moneda nacional ha perdido 62,97% de su valor, lo que deja en evidencia el desafío que enfrenta la política monetaria frente a las presiones inflacionarias y las distorsiones económicas persistentes.
Debate sobre la referencia cambiaria y controles en comercios
En paralelo al comportamiento del mercado oficial, se ha desatado un debate político y gremial sobre la legitimidad de utilizar diferentes tasas de cambio en la formación de precios de bienes y servicios. La ofensiva gubernamental se ha enfocado en detener a personas vinculadas con la difusión de tasas no oficiales, calificadas como “especulativas” y “desestabilizadoras”.
Mientras tanto, sectores comerciales han solicitado mayor claridad normativa. Ernesto Abas, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, instó a los afiliados a respetar las normas vigentes, pero aclaró que se puede usar “cualquiera de las monedas que utiliza el BCV” para expresar precios, siempre que se haga dentro del marco legal.
Posiciones encontradas entre gremios y voceros oficialistas
En contraste, el diputado Jesús Faría, economista y vocero del oficialismo, reiteró que la única tasa válida para referenciar precios es la del dólar estadounidense oficial fijada por el BCV. Incluso llegó a calificar como “estafa” el uso de otras tasas oficiales distintas para fijar precios, una postura que refuerza la línea dura del Ejecutivo sobre el control del tipo de cambio.
Ante esta situación, se han intensificado las inspecciones a comercios para asegurar que la cotización usada en las transacciones se corresponda con la tasa oficial del dólar, en un contexto en el que la economía venezolana aún enfrenta una compleja transición entre liberalización parcial y controles formales que persisten en áreas clave del sistema financiero y comercial.
