En medio de una creciente ola de protestas en Estados Unidos contra las redadas migratorias impulsadas por la administración de Donald Trump, el jefe del Departamento de Policía de Seattle, Shon Barnes, marcó una postura desafiante al negarse públicamente a colaborar con los operativos federales.
Tras la declaración del jefe de Policía, Shon Barnes, el alcalde Bruce Harrell se sumó al rechazo al calificar las acciones del Gobierno Federal como una “extralimitación extrema y atroz de la autoridad federal”. S
Sus palabras, difundidas este miércoles en un comunicado oficial en su cuenta de X (antes Twitter), evidencian el respaldo político local a las comunidades migrantes y la defensa del orden constitucional.
Jefe de policía rechaza investigaciones a migrantes
Mientras ciudades como Nueva York, Las Vegas y especialmente Los Ángeles —epicentro inicial de las manifestaciones— siguen siendo escenario de protestas masivas, Barnes dejó clara su posición: “No participamos en actividades de aplicación de leyes migratorias. No indagamos ni recolectamos información sobre el estatus migratorio o de ciudadanía de ninguna persona, salvo que esté directamente relacionado con una investigación criminal local”.
Además, advirtió que su negativa podría tener consecuencias legales, pero insistió en que su compromiso está con los habitantes de Seattle y no con los mandatos del expresidente Trump.
“Haré todo lo que esté a mi alcance para proteger a cualquier persona en Seattle de quienes lleguen con la intención de lastimarlos o de inhibir su derecho a la Primera Enmienda. Eso significa que, probablemente, termine en prisión”, dijo, en referencia a las amenazas del Gobierno federal contra autoridades locales que se oponen a sus políticas.
El pronunciamiento surge tras días de protestas en múltiples ciudades estadounidenses —incluidas Seattle, Nueva York y Las Vegas— contra la política migratoria de mano dura impulsada por Trump, especialmente las redadas llevadas a cabo por ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas).
“Una extralimitación atroz del poder federal”
Pocas horas después, el alcalde de Seattle, Bruce Harrell, publicó un comunicado en su cuenta oficial de X, en el que respaldó la postura del jefe policial y condenó con dureza las acciones de la administración Trump:
“Las acciones de la administración Trump en Los Ángeles son una extralimitación extrema y atroz de la autoridad federal destinada a aumentar las tensiones y distraer la atención de sus fracasos en cumplir las promesas que no ha cumplido”.
Harrell también criticó las deportaciones masivas ejecutadas por ICE, las cuales, según él, han violado el debido proceso y afectado a familias en comunidades de todo el país:
“No estamos de acuerdo con la política de deportaciones masivas de ICE de Trump, que ya se ha puesto de manifiesto en las comunidades estadounidenses, con arrestos, detenciones y deportaciones que a menudo ocurren en violación del debido proceso”.

Llamado a la paz y rechazo a la narrativa federal
El alcalde aprovechó su declaración para hacer un llamado a la protesta pacífica, dejando claro que cualquier acto de violencia sería utilizado políticamente por la administración Trump:
“Seattle apoya firmemente los derechos de la Primera Enmienda de nuestros residentes, y animamos a los residentes a defender sus valores de forma pacífica. No hay lugar para la violencia. La violencia y los daños a la propiedad son exactamente lo que Trump quiere para tejer su falsa narrativa de nuestra ciudad”.