La tensión en Oriente Medio se ha disparado. Irán ha lanzado una severa advertencia a Estados Unidos, declarando que los recientes ataques aéreos contra sus instalaciones nucleares han encendido la mecha de un conflicto directo. El teniente coronel Ebrahim Zolfaghari, portavoz de las Fuerzas Armadas iraníes, afirmó este lunes que si bien Estados Unidos «inició la guerra», será Teherán quien «la termine».
Estas declaraciones se producen en respuesta a los bombardeos estadounidenses dirigidos contra los complejos nucleares de Fordow, Natanz e Isfahán, en medio de la escalada de confrontación entre Irán e Israel.
En un mensaje difundido por la televisión estatal, Zolfaghari advirtió que este «acto hostil ampliará el alcance de los objetivos legítimos de las fuerzas armadas de la República Islámica de Irán y abrirá la vía a la extensión de la guerra en la región». Subrayó, además, que «los combatientes del islam infligirán consecuencias serias e impredecibles con operaciones poderosas». En un mensaje directo al presidente estadounidense, Donald Trump, el portavoz militar lo acusó frontalmente: «Señor Trump, el apostador. Tú empezaste esta guerra, pero la acabaremos nosotros».
El Comando Unificado de Operaciones Khatam al-Anbiya, al que pertenece Zolfaghari, calificó el bombardeo estadounidense como una «violación del suelo sagrado de Irán» y una agresión a la soberanía nacional. Aunque no se han especificado detalles sobre una respuesta militar concreta, las autoridades iraníes han advertido que será proporcional y tendrá «consecuencias graves, lamentables e impredecibles».
Los ataques del domingo marcan la primera intervención directa de Estados Unidos en el actual conflicto entre Irán e Israel, que se inició el pasado 13 de junio. Desde entonces, ambos países han intercambiado ataques diarios con misiles y drones. Las cifras de víctimas son alarmantes: según datos oficiales, 430 personas han muerto y unas 3,500 han resultado heridas en Irán, la mayoría civiles. En Israel, el número de fallecidos asciende a 24.
Mientras tanto, la diplomacia iraní se mueve. El jefe de la diplomacia iraní, Abás Araqchi, llegó este lunes a Moscú para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin. «En esta nueva situación peligrosa, nuestras consultas con Rusia ciertamente pueden ser de gran importancia», declaró Araqchi desde la capital rusa. Las reuniones abordarán «la situación regional e internacional tras la agresión militar de Estados Unidos y del régimen sionista contra Irán», según la agencia oficial IRNA.
El Ministerio de Exteriores en Moscú ha calificado los ataques de «irresponsables» y ha denunciado que representan una amenaza directa contra uno de sus principales aliados en Oriente Medio. El Kremlin recordó que, desde el inicio de los ataques israelíes, Putin se ofreció como mediador para evitar una escalada. Sin embargo, su propuesta fue recibida con escepticismo por la Unión Europea, que no considera a Rusia una parte neutral.
A pesar de las históricas relaciones con Israel, los vínculos entre Moscú y Tel Aviv se han deteriorado desde el inicio de la guerra en Gaza y, en particular, tras la invasión rusa de Ucrania. En paralelo, Rusia ha profundizado su cooperación con Irán, firmando en enero un tratado de asociación estratégica centrado en el ámbito militar, aunque sin incluir compromisos de defensa mutua. La región se encuentra en un punto crítico, con las principales potencias globales observando de cerca la evolución de este peligroso conflicto.
