El exalcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, hizo un llamado firme a los países del continente americano para que recuperen el sentido democrático original de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un momento que considera decisivo para el futuro del hemisferio.
En un artículo titulado “¿Para qué sirve la OEA?”, publicado en su página web, el dirigente político venezolano advierte que la organización “debe recuperar su propósito, guiada por principios históricos como la doctrina Monroe, que hoy puede interpretarse como un llamado a proteger el hemisferio de influencias malignas, y la doctrina Betancourt, que rechaza legitimar dictaduras”.
Ledezma pide actuar con firmeza frente a regímenes autoritarios
Ledezma argumenta que la OEA atraviesa “un momento definitorio” en el que su misión, promover la democracia, los derechos humanos y la cooperación entre los pueblos, está siendo amenazada por la creciente influencia de gobiernos autoritarios que buscan manipular el sistema interamericano.
En ese sentido, exhortó a los Estados miembros a “actuar con decisión: sancionar a los regímenes que violan la Carta Democrática Interamericana, apoyar a los movimientos democráticos y promover la justicia internacional contra los responsables de crímenes de lesa humanidad”.
El exalcalde también destacó la intervención del vicesecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, durante la reciente Asamblea General de la OEA, el pasado 26 de junio. Según Ledezma, Landau reafirmó que la organización debe ser parte activa de la solución democrática en la región.
Doctrinas históricas como base del llamado
Ledezma apela a dos doctrinas históricas para reforzar su planteamiento. Por un lado, la doctrina Betancourt, promovida por el expresidente venezolano Rómulo Betancourt, que abogaba por no reconocer gobiernos surgidos de golpes de Estado o dictaduras. Y por otro, la doctrina Monroe, que históricamente buscó frenar la injerencia de potencias extranjeras en América Latina, y que Ledezma propone reinterpretar como una herramienta para defender la soberanía democrática del continente ante influencias externas que socavan los valores republicanos.
Con este llamado, Antonio Ledezma insiste en que la OEA no debe ser neutral frente al autoritarismo y plantea la necesidad de una institución más activa, decidida y alineada con los principios democráticos que le dieron origen.
