Josnars Adolfo Baduel, hijo del fallecido general Raúl Isaías Baduel, permaneció 41 días en aislamiento prolongado en El Rodeo I antes de recibir una visita familiar y “algunos medicamentos”, según denunció este martes su hermana, Andreína Baduel, directora del Comité por la Libertad de los Presos Políticos (CLIPP).
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Denuncian deterioro de salud y falta de atención médica
En un mensaje publicado en la red social X, Andreína Baduel afirmó que su hermano continúa en grave deterioro físico, con bajo peso y “secuelas de torturas”, sin acceso a la atención médica especializada que requiere desde hace años.
“Lo que hicieron este fin de semana no es un gesto de humanidad, es la prueba de cómo en El Rodeo I se juega con la vida de los presos políticos, sometiéndolos a un patrón de castigo y arbitrariedad”, denunció.
La activista señaló que las autoridades penitenciarias utilizan las restricciones a las visitas, la devolución de medicinas y la negativa a recibir paquetería como mecanismos de tortura y control.
Aislamiento y traslados de otros presos políticos
Andreína Baduel advirtió que Josnars no es el único en aislamiento. Según dijo, otros 15 presos políticos también permanecen incomunicados, entre ellos Jesús Armas, Freddy Superlano y Biagio Pilieri, mientras que varios más fueron trasladados sin previo aviso a Yare II, lo que mantiene a sus familias en incertidumbre.
El Foro Penal estima que actualmente existen 823 presos políticos en Venezuela, incluyendo 91 extranjeros o personas con doble nacionalidad, de los cuales 20 serían españoles.
Ruta Global por la Justicia
El CLIPP impulsa esta semana la segunda edición de la Ruta Global por la Justicia, con concentraciones en diversas sedes diplomáticas en Caracas para exigir garantías y la liberación de los presos políticos.
El lunes, la organización solicitó a España ejercer su influencia diplomática para interceder por los detenidos. Sin embargo, tanto el Gobierno como la Fiscalía insisten en que en el país “no existen presos políticos”, sino personas procesadas por delitos comunes, una versión rechazada por ONG y partidos opositores.