Tras haber transcurrido más de tres semanas de haberse efectuado la toma y desalojo de la cárcel de Tocorón, municipio Zamora del estado Aragua, ha quedado demostrado que desde la instalación de la llamada revolución bolivariana, ésta ha tenido una relación muy estrecha con la delincuencia.
La declaración fue emitida por el doctor César Pérez Vivas, exgobernador del Táchira exparlamentario y en los momentos uno de los doce aspirantes a representar la oposición con la culminación del proceso de Primaria, a efectuarse el próximo 22 de los corrientes.
Esa es una relación deliberada que se ha exteriorizado en tolerancia, connivencia y apoyo a delincuentes y grupos terroristas, afirma. Como ciudadano obtuve la primera señal de lo que sería una política sostenida con el tiempo cuando en mi tierra natal, el Táchira, un sujeto que tenía un amplio prontuario criminal apareció en diciembre de 1999 exhibiendo sus credenciales como miembro de la escolta presidencial. Y, por supuesto, se ufanaba de portar armamento oficial.
Poco después fueron creados los grupos de choque contra quienes no estaban con la revolución y fueron llamados círculos bolivarianos, quienes además comenzaron a invadir edificios tanto en Caracas como en el resto del país, además de enfrentar con la violencia a quienes manifestaban cívica e indefensamente en las calles.
Dentro de estos círculos no sólo habían activistas del gobierno, sino delincuentes muy peligrosos y los denominados pranes, que tenían experiencia carcelaria.
Considerando que los grupos delictivos podrían ser factores de defensa de la revolución, fueron creadas las denominadas “zonas de paz, “ en barriadas populosas, pero, al cabo de poco tiempo, se les salieron de las manos y hasta hubo que tratar de someterlos con la fuerza pública.
Surgieron entonces figuras muy peligrosas como Wilexis Alexander Acevedo Monasterios, en Petare; y Luis Revete, alias el Koki, en la Cota 905, en pleno centro de Caracas.
Al mismo tiempo que la utilización de los sectores delictivos para la violencia política, se extendió la permisividad a las cárceles y hoy recordamos que el 24 de septiembre de este año, nuestra sociedad fue sacudida por las imágenes de la toma y desalojo del penal de Tocorón, la cual se había convertido en el modelo de la política penitenciaria y de seguridad de la revolución bolivariana.
