La industria de la televisión hispana amaneció este lunes con una triste noticia: falleció la periodista y presentadora venezolana Patricia Fuenmayor, rostro habitual de los programas Despierta América y Edición Digital de Univision. La comunicadora, ampliamente admirada por su profesionalismo y calidez, murió durante la madrugada tras una prolongada lucha contra el cáncer.
La información fue confirmada por sus compañeros de Despierta América, quienes dedicaron un emotivo mensaje en redes sociales:
«Con profundo dolor, despedimos a nuestra querida compañera Patricia Fuenmayor […] Gracias, Patricia, por tu luz, tu entrega y tu sonrisa. Te recordaremos siempre.»
De las pasarelas al periodismo
Nacida en Venezuela, Patricia Fuenmayor inició su vida pública en el mundo del modelaje, siendo finalista del Miss Venezuela 1997 y coronada luego como Miss Sudamérica 1998. No obstante, su verdadera vocación estaba frente a las cámaras, pero con libreta en mano: se formó como periodista en la Universidad Santa María de Caracas y comenzó su carrera televisiva como presentadora del clima en Noticiero Venevisión.
Más tarde se consolidó como figura del periodismo deportivo en Televen, donde fue parte del equipo de Teledeportes y cubrió eventos internacionales de gran envergadura. También se desempeñó como locutora radial con su espacio De cerquita.
Proyección internacional
En 2003, dio un salto importante en su carrera al unirse a E! Entertainment Television, donde fue anfitriona para América Latina. Desde allí cubrió las principales semanas de la moda en el mundo y se convirtió en una referencia de estilo, contenido de entretenimiento y periodismo cultural.
En los últimos años, su talento llegó a Estados Unidos, donde se sumó al equipo de Univision, especialmente desde Nueva York, cubriendo noticias y conectando con la audiencia hispana desde la cercanía que siempre la caracterizó.
Un adiós que deja huella
Patricia Fuenmayor no solo será recordada por su carrera multifacética y exitosa, sino también por la empatía, calidez y entrega con las que asumió cada reto profesional. Su pérdida enluta no solo al periodismo latino, sino también a generaciones de televidentes que la siguieron desde sus inicios.
Hoy, colegas y seguidores la despiden con dolor, pero también con gratitud por una vida dedicada a informar, comunicar y brillar con autenticidad.