El sector educativo venezolano se enfrenta a un escenario de promesas incumplidas, persecución laboral y condiciones salariales precarias, según la Federación Nacional de Sindicatos del Sector Educación (FETRASINED).
Su presidente, Carlos Giménez, lamentó que, a un año de haber asumido la cartera ministerial, Héctor Rodríguez no haya cumplido las promesas hechas a los docentes para incentivar el retorno a las aulas.
Giménez afirmó que, en lugar de recibir los beneficios prometidos, los docentes han sido objeto de una «arremetida» contra sus derechos. Como ejemplo, señaló el caso de la Asociación Venezolana de Educación Católica (AVEC) y la suspensión de salarios a maestros con doble turno. Además, denunció que más de 25.000 docentes a nivel nacional fueron sometidos a procesos administrativos sumarios.
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El presidente de FETRASINED también manifestó su preocupación por el deterioro del sistema educativo, citando un informe de la UCAB que evidencia un retroceso en la comprensión lectora y el razonamiento matemático de los estudiantes. Atribuyó gran parte de este declive a la selección de directores y supervisores basada en «criterios personales y partidistas» en lugar de la cualificación profesional.
Condiciones precarias
El líder gremial calificó de «terrible» la situación económica de los docentes, cuyos salarios diarios apenas alcanzan los 5,5 dólares para activos y 3,33 dólares para jubilados. Giménez destacó que estas cifras no permiten a los trabajadores del sector, el 80% de los cuales son mujeres y madres, sostener a sus familias.
Además de los bajos salarios, el sindicalista se refirió a la falta de mantenimiento en las instituciones educativas. Señaló que estas se encuentran en las mismas condiciones en las que quedaron al finalizar el año escolar, sin ningún tipo de recuperación o adecuación para el próximo ciclo.
Ante este panorama, FETRASINED hizo un llamado al gobierno nacional a reflexionar y a garantizar a los docentes las mejores condiciones y los mayores estímulos para lograr una «educación de calidad», que, a pesar del esfuerzo de los trabajadores, no se ha logrado.