En la avenida Argimiro Bracamonte entre Venezuela y Libertador, al este de Barquisimeto, una boca de visita a la cual le retiraron la tapa, no se sabe si por vandalismo, es una trampa que deben evitar con peligrosas maromas quienes tienen que tomar esa vía para poder llegar a su destino.
Años atrás el sistema de señalización de Barquisimeto era uno de los mejores del país y encontrar una dirección podía resultar fácil, pero como los tiempos cambian, de eso qedan son los cuentos y hoy la nomenclatura de esta ciudad es deficiente en muchos sectores.
En la avenida Capanaparo de la urbanización Fundalara, específicamente en la parte norte entre El Cardenalito y el Club Hípico Las Trinitarias, algunos tramos de la acera que bordea el dren están destrozadas y peor aún, a punto de caer en ese afluente y obstaculizarlo.
La frecuencia del servicio de transporte público ofrecido por Transbarca ha disminuido de manera dramática en barquisimeto y los usuarios se quejan porque tienen que esperar entre una y casi dos horas a que pase un autobús en las paradas dispuestas para tal fin en la ciudad.
El problema de desabastecimiento de combustible se ha convertido en una situación agobiante para todos quienes se movilizan en vehículos automotores y necesitan desesperadamente llenar sus tanques de gasolina, pero ahora además de las grandes colas hay otra irregularidad y es la presencia de vendedores ambulantes que se desplazan en bicicletas de reparto y otros vehículos de tracción a sangre en contravía, lo cual es un peligro.