Arturo Uslar Pietri es sin la menor duda uno de los intelectuales más significativos y completos en la historia venezolana, Miguel Otero Silva llego a señalar que fue el mas importante del siglo XX, sólo comparable con un Cecilio Acosta o un Andrés Bello. Nació en Caracas el 16 de mayo de 1906.
Es común que se diga que una mentira dicha repetidamente y con insistencia, termina por ser aceptada como una verdad. Tal es el caso de los científicos que sostienen que, de esas estrellas que están a millones de años luz de distancia (el año luz es unidad de medida que se aplica a la velocidad de la luz a 300.000 kilómetros por segundo en un año). Se dice que "hay luces emitidas por las estrellas que debido a la distancia todavía no han llegado aquí a la Tierra".
Vivimos tiempos en nuestro país donde la libertad en todo sentido ciudadano se está perdiendo cada día más. Eso no se puede negar. Por ello, es importante tratar de entender lo que es la libertad en Cristo. Ya que los políticos han trillado tanto el término libertad, que han contribuido a que el ser humano no lo entienda y por lo tanto no se acerque a Dios para encontrar paz verdadera y duradera.
Los Gerentes Generales deben realizar una gestión de liderazgo que favorezca el compromiso de todos sus colaboradores y la adaptación al cambio. Cambiar el estilo de mando motiva a los empleados y aumenta la productividad.
De nuevo recula el sustituto, hasta hace muy pocos días aseguraba, coreado por altos voceros del alto gobierno, que el referendo revocatorio “era una opción”, no una obligación; también insistían en que no habría revocatorio este año, pero la presión tanto nacional como internacional es de tal magnitud, que...
La noche del miércoles al jueves 19 de mayo fue asesinado en su casa el doctor Pedro Azpúrua Marturet, padre, abuelo, hermano y tío de personas de mis caros afectos. Ese anciano de 86 años fue asfixiado. ¿Cuánto puede luchar alguien de esa edad? Para el momento en que escribo estas líneas se sabe que su chofer, Marcos Pérez, de 34 años, también fue asesinado y lanzado en la Cota Mil.
"El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticas o menoscabe los derechos humanos", así reza textualmente el artículo 350 de nuestra constitución.
A partir del 6 de diciembre, de manera inapropiada, se comienzan a estirar los hilos del poder para desconocer la contundente derrota que fue propinada por parte del pueblo venezolano al PSUV, y todo lo que representa el chavismo como modelo autoritario de gobierno.
Ante todo, el venezolano debe saber a qué está sometido. La función orgánica del Estado se encuentra desdibujada, distorsionada, tan es así que podemos aseverar que en los últimos 17 años se han celebrado en el país 20 elecciones, que hoy día se encuentra desarrollado un vasto marco jurídico tratante de la participación ciudadana, que tenemos 5 poderes públicos… pese a ello nuestra democracia se encuentra agónica.
Me asomé a la ventana y vi absorto una barricada en llamaradas, mientras vecinos altisonantes vociferaban su queja, estragados por la incomprensión de no entender un esquema de cortes manejados al antojo, como si fuese una ruleta burlesca de caprichos gubernamentales.
En este texto sagrado, aparece claramente la manifestación de las tres Divinas Personas, o la Santísima Trinidad; por cuanto quien está hablando es Jesucristo la Segunda Persona de la Trinidad y dice que todo lo que el Padre tiene es también de Él, así aparece el Padre, como la Primera Persona, Divina, Jesús señala que además el Espíritu Santo, o sea la Tercera Persona Divina recibirá lo que es de Él y lo dará a conocer
En anterior oportunidad escribí sobre el ominoso final del llamado socialismo del siglo XXI – suerte de empaque digitalizado del comunismo - y cuyo rostro no es nada distinto del que antes se oculta en la Unión Soviética previa al Glasnost, a saber, la demencial corrupción de su nomenklatura,...
Un dios que no ama es la antítesis de Dios, pues esencialmente "Dios es Amor"(1 Jn. 4, 16). Sin embargo, algunos en nuestros días se están construyendo un "dios" a su manera, a su medida, a su antojo ... y, sin darse cuenta, se están construyendo un "dios" que no puede amar.
Frente a la grave situación del país todos concluimos que el rescate de nuestros valores y el motor de las esperanzas a futuro se encuentra en los jóvenes que de manera hidalga y patriótica encabezan con entusiasmo las vanguardias para la reconquista de esa Venezuela que fue ejemplo de democracia ante el mundo.
El reportaje sobre la crisis hospitalaria venezolana, publicado esta semana en el influyente periódico The New York Times, con seguridad le dio la vuelta al mundo. Lo leí desde su propio portal y me causó horror y honda tristeza.
Continuando con este cúmulo de calamidades por las cuales atraviesa el país, en fecha reciente ocurrió un hecho, que ha puesto de manifiesto la torcida y maléfica concepción que tiene del ejercicio del poder el régimen actual.
Los sacerdotes tenemos una gran misión dentro de la Iglesia y sobre todo en la difícil realidad que vive Venezuela asumir lo expresado en la plegaria V/b del misal romano: "Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano solo y desamparado, ayúdenos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido".
"CONVERSANDO CON MI MUSA".
Esta vez llegó mi musa
por motivos diferentes. El punto de inspiración:
Revocar al presidente.
Mi musa siempre ha surgido
en situaciones bonitas
pero con esta tristeza
mi inspiración se marchita.
"Qué sucede?", me pregunta,
"que ya no hablas del Amor,
de la amistad, la familia ,
del canto del ruiseñor?"
Ay musa...
El soberano está siendo burlado y vejado por la cúpula despótica madurocabellista que manda –no gobierna– en Venezuela. Está aseveración no necesita probarse: Está a la vista de todos. Y todo porque quien funge como presidente de la República, en connivencia con tribunal supremo de justicia –en minúsculas-, para no resolver la inflación, la escasez y el hambre pretendiendo anular al verdadero Poder del Pueblo y despojarlo de sus facultades constitucionales.
"No se puede hacer bien al hombre que se ha amordazado con el fin de no oír lo que desea para su bien" (León Tolstoi).El zar Alejandro I avanzaba imparable en su férrea política de taponar cualquier reclamo del pueblo; endureció la represión y la censura, aumentó el control sobre las universidades, envió a muchos de sus enemigos a morir de hambre y frío en las gélidas estepas se Siberia.
En un terreno ubicado entre las calles 12 y 13, colindando con la vía lenta de la avenida Venezuela y la carrera 27, se erige un hermoso árbol de mamón, imponente de muchos años, seguramente. En ese terreno, adyacente al árbol, funciona un centro odontológico cuyos dueños compraron la casa que daba a la carrera 27, para ampliar su terreno y, en efecto, demolieron la casita y ampliaron su parcela. Claro, ahora el mamón entorpece sus planes de expansión…
El juicio político a Dilma Rousseff no es un golpe de estado ni nada parecido, sino la aplicación de un precepto constitucional brasileño que también fue aplicado a Fernando Collor de Melo en 1992. Entonces él reclamaba que era un “golpe”, lo mismo que hoy alegan quienes hace veinticuatro años lo aupaban en las calles de Brasil y lo votaban en el Congreso.
La derrota de Nicolás Maduro del 6 de diciembre, cuando la oposición ganó las 2/3 partes de la Asamblea Nacional, le hizo perder la brújula de una manera tal, que lo conduce inevitablemente al fracaso, aunque amenace con una brutal represion politico militar, porque su insistencia en gobernar mediante el Estado de Excepción y la Emergencia Económica, según los primeros resultados, aumenta el alto costo de la vida, el hambre, la desesperación de la gente humilde, condenada a la muerte por la falta de medicinas y de insumos en los hospitales
Casas abandonadas con letreros escritos de carrera, a brochazos: “Perdónanos, querida casa nuestra”. Se despedían de la casa como si fuera una persona. Escribían: “Nos vamos por la mañana” o “Nos vamos por la tarde”, anotaban la fecha, incluso la hora y los minutos.” Notas de varios niños sobre hojas de cuadernos: “No maltrates al gato. Las ratas se comerán todo”. o “No maltrates a nuestra Zhulka. Es buena” o “Cierra los ojos” “Casas selladas… las fotos cuelgan pero ni un alma. Los documentos tirados por el suelo, carteras, diplomas…”
Hoy suele hablarse con mucha profusión de un trabajo digno, decente. Es parte de la milenaria lucha que se ha librado por el reconocimiento de los derechos humanos, cuyos antecedentes, si usted está interesado en rastrear sus orígenes, puede ubicarlo en el precepto bíblico que ordenaba: “…y ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Que por supuesto, obedece a un contexto distinto, que se relativiza y desnaturaliza en comparación con el actual. No olvide que el aire acondicionado es un producto tecnológico.
La conciencia muestra lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer, ya que en ella resuena la voz de Dios.
San Agustín escribió: "No hay ningún alma en cuya conciencia no hable Dios.
En relación al obrar humano se centra en oficios muy diversos, todos relacionados con el juicio moral. Por ejemplo: esta protesta lo malo, convence de culpa, abruma con sus reproches, castiga, agita, turba, avergüenza, oprime, atormenta, muerde, roe, aguijonea, hace una herida, es como un dardo, es una espina, pone al alma en luto.
No es cierto que no haya mal que dure cien años ni país que lo resista. Porque la verdad es que hay males que duran siglos y los pueblos los soportan porque no pueden evitarlo. Le ocurrió a los romanos cuando los bárbaros, oleada tras aleada, llegaban saqueando y matando hasta que prácticamente no quedó nada y los pocos sobrevivientes huyeron al campo.
Avisado Henry Ramos Allup, cuando al estrenarse como presidente de la Asamblea la Nacional, dijo que el TSJ (tribunal que de supremo pasó a subalterno de Justicia) se preparaba para anular facultades del Parlamento, pero no existía consenso. No pasó de advertencia, porque no se hizo caso a calificadas opiniones jurídicas que recomendaban actuar contra la sala (in) constitucional.
Durante mucho tiempo vi a mi país progresando, tuve la oportunidad de ver al verdadero venezolano de a pie, en alpargatas y con zapatos, y a ese mismo venezolano que no pensó en sueldo mínimo para realizar los trabajos en el campo y la ciudad; el venezolano de recorrer grandes distancias por caminos, arriba de las mulas y en vehículos a motor; a las mujeres venezolanas de cocinar en fogón de leña, de cocinar con carbón vegetal, de cocinar en cocina a kerosene, en cocina a gas, y en cocina eléctrica y microondas a la mujer venezolana de planchar con planchas de hierro, de carbón, de gasolina y eléctrica; el de refrigerar los alimentos en nevera de kerosene e igualmente otra cantidad de trabajos rutinarios que siempre se observaron en progreso para realizar los trabajos con mayor comodidad.
En su cadena del pasado martes 17-5-16 ante representantes de medios de comunicación internacionales, el Presidente Nicolás Maduro afirmó, entre otras perlas de un collar de mentiras y verdades disfrazadas o convenientes, que era necesario terminar con la dictadura del riesgo-país, haciendo referencia a su tesis de la “guerra económica” y amenaza de intervención extranjera, como causantes de este desastre que vive la República. En su afán propagandístico, fue inevitable que Maduro se incomodara ante la primera pregunta de una periodista sobre los escenarios negativos y preocupantes en términos económicos y macroeconómicos de Venezuela para fines de 2016 y 2017, consultado sobre sus proyecciones al respecto.
Destaca globalmente la tenacidad libertaria de Venezuela ante un creciente embate totalitario. Una gran masa supera tres lustros desafiando a quienes ponen la democracia al servicio del abuso tiránico.
Comenzando por cacerolas que sonaron a los 300 días del llamado “proceso”, y promediando más de 1.400 manifestaciones anuales desde 1999, el espíritu de protesta crece de manera exponencial, y hoy abarca a una mayoría abrumadora de la población – mientras que el régimen ha sido incapaz de aumentar su número de seguidores desinteresados en todo este largo trayecto.
No me gusta especular innecesariamente con la realidad judicial de mi caso. No tengo vocación de víctima. Hay muchos otros en situación peor que la mía. Están presos, acosados, exiliados forzosos y, en fin, alejados de sus más elementales derechos constitucionales y legales.
En una nutrida asamblea de ciudadanos en La Guaira, un señor de la comunidad con años suficientes para haber vivido distintas etapas políticas, dijo en medio de su intervención la frase “es que esto no es ni una dictadura” para caracterizar el régimen actual de 16 años que tiene al país sumergido en la peor tragedia de su historia.
Ni el más ingenuo puede creer que con un “Estado de Excepción”, como el que vive nuestro país en estos momentos, puedan resolverse los problemas que padecemos. Se necesita más que un decreto de esta naturaleza para intentar al menos volver a cierta normalidad tanto en lo social como en lo político y en lo económico
Para recordar: “Dijo también Dios: Os doy toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol que lleva fruto y da semilla. Eso será vuestro alimento” (Génesis 1:26).
¿Será que en Venezuela, cada día que pasa, estamos más desnutridos y enfermos? Por la mala situación alimenticia, la tendencia es perder peso o estar más delgados; sin olvidar que la obesidad, o un cuerpo voluminoso, no son sinónimos de nutrición.
A veces añoro tener alas para volar, pies para correr y manos para aplaudir. Caigo en la racionalidad y me digo: no soy pájaro, ni Usain Bolt, sólo me quedan las manos. Menos mal, pues las dos primeras condiciones son para logros personales, dejémoslas entonces para el sueño y la voluntad; la tercera, en cambio, es externa a mí misma. No me auto-aplaudo, sería ridículo; el aplauso es y debe ser siempre para el otro, el distinto de mí, quien me produce emoción por su arte, su elocuencia, su excelencia deportiva, su heroísmo. Por el otro va a mi aplauso, por mí, el aplaudir.