Últimamente se ha convertido en un riesgo para los obreros que laboran en el Cementerio Municipal del Oeste, o nuevo, como también se le conoce, cumplir con sus funciones, debido a las constantes incursiones de delincuentes procedentes de barriadas cercanas.
Este lunes, un grupo de ellos se reunió con el administrador del campo santo, José Gregorio Mendoza, para pedirle solución al problema.
Explicaron que, sobre todo en la zona noroeste, trabajan bajo peligro porque de pronto aparecen sujetos que saltan la pared, procedentes de Las Tinajitas y otras barriadas.
Estos individuos, armados con cuchillos y hasta armas de fuego, les amenazan y despojan de sus implementos de trabajo.
“Son rateros, pero peligrosos, porque nos roban los cepillos, palas, escobas, chícoras y hasta el poquito de cemento que a veces logramos conseguir”, manifestó uno de los trabajadores.
Debido a eso, indicó, tenemos que trabajar siempre alertas, y cuando los vemos venir recoger nuestros perolitos y correr hasta el centro, donde pueda haber mayor seguridad.
En algunas ocasiones hasta les quitan el poco dinero que puedan tener, producto del trabajo en la apertura de fosas o limpiezas de tumbas.
Pero no sólo los obreros son víctimas de los antisociales en el Cementerio Municipal del Oeste, porque también los visitantes son objetos de atracos, en especial los fines de semana.
“Los sábados y los domingos es peligroso venir a visitar las tumbas porque esos sujetos están pendientes para atracar a las personas”, dijo otro de los trabajadores.
¿Y la policía no patrulla en el cementerio?.
A veces vienen por ahí, pero no se les ve muy seguidos, y eso lo saben los malandros para meterse entre las tumbas y cometer sus robos, respondió uno.
Recordó que hace algún tiempo se instaló un puesto de la Policía de Lara en la entrada por el este, con lo que había alguna seguridad para quienes trabajaban o visitaban el cementerio, pero lo quitaron y los malandros volvieron.
Igualmente, el administrador de los cementerios municipales anunció la asignación de algunos policías de la alcaldía para que patrullaran el campo santo, pero eso como que se quedó en promesa.
Últimamente la inseguridad se ha incrementado por el incremento de la cantidad de delincuentes que ingresan saltando la pared norte para robar los implementos de trabajo de quienes allí laboran, así como coronas, floreros, imágenes y otros, objetos que son colocados sobre las tumbas.
Esperan que en las próximas horas se puedan ver policías recorriendo el cementerio.
