El aumento del Presupuesto de la Nación, que pasó de 1.5 billones en 2016 a 8.5 billones de bolívares en 2017, es un reconocimiento implícito del Gobierno de que la inflación de este año estará cercana a 500%.
Así lo señaló el economista Luis Oliveros, quien recalcó que «ha sido una práctica recurrente del gobierno poner los ingresos petroleros por debajo de lo que realmente se espera, para luego, de una manera poco transparente, usarlos, pero no bajarlos a las regiones».
En cuanto a la información suministrada por el Gobierno, relativa a que el 83 % de los recursos provendrán de impuestos y 17 % del petróleo, así como el precio del barril de petróleo a 30 dólares, explicó que son cifras conservadoras.
«El Gobierno no las coloca de manera positiva, sino para esconder ingresos. Es para darle un uso discrecional de ese dinero, para esconderlo de las regiones y hacer que pidan cacao al Gobierno», consideró.
Asimismo, comentó que la forma en que se presentó el presupuesto, sin llevarlo a la Asamblea Nacional para su aprobación demuestra el poco respeto que el Gobierno le tiene al país y a las instituciones. «Es muy mala señal para los inversionistas», puntualizó.
En este sentido, destacó que todas las operaciones que se hagan con organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial serían ilegales, porque el presupuesto no fue sancionado por la Asamblea Nacional, tal como lo establece la Constitución.
Por su parte, el economista Orlando Ochoa aclaró que el hecho de que 83 % de los ingresos del presupuesto de 2017 provengan de impuestos no significa que los contribuyentes deberán pagar más. «Lo que ocurre es que los ingresos petroleros están calculados a la tasa de cambio oficial. Están subestimados, hay mucha manipulación contable. Si la tasa de cambio es, por ejemplo, a 10 dólares y se vende a mil, el resto no se refleja, y luego entran como ingresos extraordinarios», manifestó.
