Bajo la batuta del profesor José Luis Giménez, 138 virtuosos de la Orquesta Sinfónica Infantil Divina Pastora colmaron de melodías la emblemática Iglesia de Santa Rosa, en ocasión de la clausura del I Seminario Inter-Orquestal Santa Rosa 2012, celebrado desde el pasado 30 de julio hasta el 6 de agosto.
Un exigente repertorio fue interpretado por niños y jóvenes que hacen vida en el módulo local adscrito al Sistema Nacional de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, creado por el laureado maestro José Antonio Abreu.
Emotivo concierto
Desde el acogedor templo, las promesas musicales iniciaron un cautivador periplo de sinfonías la tarde del pasado lunes. Ante un nutrido público se gestó el festín sonoro, que también representó el concierto de fin de año del núcleo Santa Rosa.
Con la Obertura 1812 del compositor ruso Piotr Ilich Tchaikovski, vientos, cuerdas y percusión conjugaron sus sonidos para evocar sinfonías de triunfo, que despertaron las emociones de la audiencia.
En perfecta sinergia, los ejecutantes se lucieron con el primer y último movimiento de la Primera Sinfonía de Beethoven. Igualmente, cautivaron a los presentes con la extraordinaria interpretación de la Ópera Carmen, del compositor Georges Bizet.
Otra obra, de Astor Piazzolla, dio continuidad al espectáculo. Se trató de la pieza Libertango. Con matices de la Europa de antaño y Latinoamérica, la orquesta sorprendió a los melómanos, que se deleitaron con la presentación de obras complejas para su montaje.
Fruto de un esfuerzo
Dicho festín musical hizo gala de los conocimientos que cientos de promesas del lenguaje universal adquirieron en el I Seminario Inter-Orquestal Santa Rosa 2012.
Con más 30 docentes provenientes de Caracas, Yaracuy y la capital musical, se llevó a cabo esta experiencia pedagógica que perfeccionó la base técnica de los niños que hacen vida en la Orquesta Sinfónica Divina Pastora.
Todas las piezas ejecutadas en la cita fueron concebidas desde ese seminario que surgió con el objetivo de trabajar en obras más exigentes, de la talla de orquestas juveniles.
En este sentido, el profesor Giménez indicó que gracias al intensivo, los pequeños artistas lograron ejecutar piezas que exigen madurez en el ámbito musical.
“Este es el primero de muchos seminarios que se realicen desde el núcleo”, acotó.
Con el ovacionado espectáculo, el módulo Santa Rosa del Sistema se despidió de este curso académico en el que se formaron a más de 600 virtuosos desde las calles del pintoresco poblado. En septiembre, la orquesta tomará nuevamente la localidad para consolidar la tradición musical en el recodito de esencia religiosa.
Foto: Daniel Arrieta
