Los meses de julio, agosto y septiembre, se han caracterizado por un incremento en las tasas de maternidad en la región centroccidental, en especial en el estado Lara, donde las camas de dicho servicio en los diferentes centros asistenciales de Barquisimeto se encuentran completamente abarrotadas.
Tal es el caso del Hospital Central Antonio María Pineda, centro de referencia en la región a donde son referidos todos los casos de urgencia y que ameritan terapia neonatal.
Esta situación es bien conocida por el jefe del servicio de neonatología, Dr. Enderson Chávez, quien explicó que la unidad cuenta con 32 cupos, incluyendo incubadoras, y actualmente se encuentran en sala de parto 58 féminas diarias, con un promedio de egreso de 5 a 6 pacientes al día, lo cual atrasa todos los procesos y acumula los pacientes en espera.
Además de ello, la mayoría de los nacimientos son de alto riesgo, con niños que presentan bajo peso y la estancia de los pacientes supera el mes.
“Tenemos la unidad de cuidados mínimos en la cual los bebés están en compañía de sus mamás, pero ameritan el uso de incubadoras para otorgarles el confort del útero materno. Tenemos alrededor de 40 incubadoras entre sala de parto y neonatología, pero la población supera la cantidad de pacientes que acuden al hospital”.
Indicó que en la última semana han tenido que recurrir al mantenimiento en hospitalización en retén de transición en sala de parto, que normalmente tienen una duración de dos horas, manteniéndolos hasta por 24 por falta de cupos.
“Todas las intervenciones se atrasan pues no tenemos como ofrecer las condiciones idóneas a un recién nacido que tiene una condición de alto riesgo. En medicina hay diferentes tipos de situaciones, hay casos de emergencia y hay urgencias relativas y absolutas, estas son las que tenemos en prioridad, las demás pueden esperar, tanto las condiciones de la madre como el feto estén estables”.
Hasta la mañana de ayer, siete mujeres se mantenían en espera para recibir cesáreas, mientras que a los familiares se les solicitaban algunos insumos que, por la cantidad de pacientes, ya se habían agotado, como lo es el caso de jeringas, guantes y ampollas.
“Estos meses los hemos denominado como un período de cosecha, siempre tenemos una alta tasa de natalidad, lo que origina que todos los servicios de neonatología se vean colapsados. Estamos solucionando en la medida de lo posible, atendiendo las emergencias y desocupando las camas para continuar trabajando”.
Por los momentos, los trabajadores del servicio trabajan arduamente para superar esta situación, los insumos semanales ya se agotan, y solicitan la colaboración de los familiares y pacientes para que la atención pueda ser otorgada con prontitud y sin ningún tipo de contingencias.
“Los insumos tenemos que rendirlos para atender a todos los pacientes, los más que se les pide a los familiares son las sondas de alimentación de los bebés además de los exámenes de laboratorio de mayor complejidad que no se realizan en el hospital”.
Fotos: Ricardo Marapacuto
