#Opinión: El anciano visitante Por: Teobaldo C. Morales M.

Al poblado serrano llego un anciano enjuto y descolorido para los habitantes de aquella comarca ,allende, atrayente, apacible y laboriosa, con barba abundante, descuidada y con apariencia alegre, desde ese momento se corrió el rumor de que este hombre, era un hechicero porque hacía unos trucos de berlibirloque que dejaba atónitos a los que apreciaban su rápida audacia y de esta forma lo consideraban extraño para entablar amistad.
Los muchachos le tenían miedo y cuando por casualidad se encontraban con él, estos se desesperaban gritando y diciendo ahí viene el brujo .
Los padres y representantes de los niños inventaban cualquier pretexto para inducirlos a comer, e ir a clases, al decirles voy a traer al viejecito de la barba a ver si no te vas a comer é ir a la escuela y así por el estilo, esta murmuración daba buenos resultados.
Yo averigué; la historia de aquel simpático octogenario y este fue un hábil prestidigitador que había trabajado muchos años en un circo renombrado y ahora estaba jubilado y llegó hasta aquel lugar, porque le gustó aquella joya natural . Población con sus cúspides acogedora en donde se podía comunicar con el infinito y se extasiaba mirando sus fragantes parajes, en donde le acompañaba la musa y le complementaba sus inquietudes espirituales .
La situación por la que estaba pasando este individuo, era generada por malas influencias; la infaltable envidia de los mediocres, que en los seres superiores, le crean falsas expectativas en donde el tiempo se encarga de valorarlo. Este Señor era un ciudadano preparado conocedor de la Universidad de la vida y con buena reputación, acreedor de estima y confianza por los lugareños. El anciano mantenía su rectitud y criterio con toda la comunidad, compartía la fe católica y lo hacía un paisano mas de aquella hermosa serranía andina.