Miguel Cabrera retornó al diamante donde tuvo sus inicios como pelotero. El Jugador Más Valioso de la Liga Americana se reencontró con su gente en el estadio Polideportivo David Torres, ubicado en el sector La Pedrera de Maracay.
Cerca de las 11.30 de la mañana los cohetes anunciaron la llegada del ídolo de casa. Los pequeños graderíos -poblados en su totalidad por habitantes del sector y seguidores de “Miguelito”-, además de los pequeños que hacen vida en la escuela, estallaron en júbilo con la presencia de la estrella de los Tigres de Detroit.
En rueda de prensa organizada por Empresas Polar, el Triple Coronado del nuevo circuito se dispuso a atender a la prensa, antes de comenzar a entregar los presentes a los integrantes de la escuela de béisbol.
“Le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de estar aquí reunido con mi gente, con la familia, con mi barrio. Siempre es grato regresar y reencontrarme con mis raíces”.
“Es un sueño recuperar este estadio, yo quiero que todos estos muchachos me vean como un ejemplo para que sepan que con trabajo se pueden lograr grandes cosas”.
Con algo de nostalgia en su tono de voz, Cabrera recordó sus inicios en la pelota y no titubeó en dar la mayor parte del crédito de su éxito a su mentor. “Mi tío David (Torres) fue quien me enseñó todo lo que sé. Me enseñó a batear para la banda contraria y es una de las cosas que más le agradezco porque eso es lo que me ha mantenido en Grandes Ligas y por eso he ganado dos campeonatos de bateo”.
“Recuerdo que siempre me decía que cada bola que bateara para el left field era una vuelta al estadio. Pienso que eso fue lo que me enfocó en aprender a llevar la pelota para la banda contraria”, señaló.
“A veces no me gustaba que me mandara a correr, entonces daba una vuelta y aprovechaba cuando pasaba por el portón y me iba para mi casa”, bromeó el slugger, quien estuvo rodeado de familiares.
“Tengo muchos recuerdos de este campo. Nos escapábamos de la casa para venir a jugar las caimaneras y después tocaba esconderme porque venía mi mamá a buscarme y a regañarme”.
Cabrera también tuvo palabras de elogio para el estratega de los Tigres de Detroit. “Jim Leyland ha influido mucho en mi carrera. El siempre me impulsa y cree en mí. Siempre me dice las cosas en mi cara; hay veces que me forma mis líos, pero siempre me impulsa a trabajar fuerte”.
Clásico en puerta
Sobre su participación en el Clásico Mundial de Béisbol dijo que está dispuesto a jugar en cualquier rol que le asignen. “No me he comunicado directamente con Luis Sojo, pero sí he hablado con emisarios. No importa si juego en primera o tercera base, lo importante es contar con el mejor lineup posible”.
“Espero que todos lleguemos saludables. Yo creo que Luis Sojo es un gran mánager… Cualquier decisión que tome será acertada porque hay bastante talento”, concluyó.
Foto: Luis Salazar
