Diez días de búsqueda en el Centro Penitenciario de Centro Occidente, mejor conocido como Uribana, arrojó resultados positivos para el Ministerio de Servicios Penitenciarios. Lograron conseguir 111 armas de fuego, 8.568 municiones de diversos calibres, 280 armas blancas, 12 granadas y 12 bombas lacrimógenas.
Así mismo detectaron la cantidad de cinco túneles que estaban a mitad de construcción.
Como unos topos
89 efectivos del Grupo de Respuesta Inmediata y Custodia (GRIC) del Ministerio de Servicios Penitenciarios, una vez que terminó el desalojo completo de la cárcel de Uribana, comenzaron la revisión del penal que tiene 24 mil metros cuadrados.
Wilmer Apóstol, director general de Seguridad y Custodia, explicó que trabajaban desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde. Comenzaron con especialistas en materia de explosivos del Sebin, quienes hicieron un barrido completo al centro penitenciario con la finalidad de detectar algunas trampas realizadas con explosivos que ellos llaman “caza bobos”. Dicho barrido se efectuó el día lunes y una vez que tuvieron certeza que no había riesgo comenzaron con la revisión.
La revisión fue grande y muchas áreas fueron quemadas y destruidas por los privados de libertad, hechos que le dificultó un poco el trabajo. De esa misma forma fue como destruyeron la droga y dinero.
Como si fueran unos topos los efectivos cavaron en la tierra, además se armaron de implementos rudimentarios como chícoras, palas, picos y a punta de ojo clínico, porque a través de ocho años de experiencia que ya tiene el grupo de creado sabían que Uribana tenía sus caletas en el suelo por el tipo de tierra que tiene el penal, sin embargo no dejaron de revisar las paredes en donde no se encontró nada.
Fueron doce las “caletas” reventadas por los efectivos de las cuales cinco resultaron ser negativas y siete positivas, localizadas en diversas áreas del penal, pero el 70% de lo incautado se consiguió entre observación, mínima y media. En máxima también fue localizado algún botín. Las “caletas” que resultaron ser positivas estaban a dos metros de profundidad y todo envuelto en bolsas plásticas.
Apostol indicó que el mega túnel fue un mito. Sólo localizaron cinco túneles a mitad de construcción y fue el miércoles 6 de febrero cuando dieron por culminada la búsqueda que arrojó el mayor arsenal de armamentos incautado en el país.
“No querían perder el botín”
Iris Varela, ministra de Servicios Penitenciarios, dio el parte completo de lo incautado en Uribana, indicando que es el arsenal más grande localizado en un centro penitenciario.
“En este penal estaba desatada la violencia. Desde esta cárcel se operaba y fraguaban parte de los delitos que mantenían en vilo a la comunidad larense, en especial a Barquisimeto”, destacó Varela.
De año y medio que tiene creado el Ministerio se han realizado 92 requisas, un aproximado de ocho por mes. Lamentó la ministra que fue la única cárcel en donde se registraron hechos que lamentar, asegurando que fue a través del ataque de un grupo de líderes negativos que tenía sometida a toda una población.
Varela indicó que tiene pruebas como fotos y videos que están siendo analizados, con los cuales se demuestra que los internos no estaban amarrados y fueron sacados al campo, porque fue considerado el lugar más seguro. “Ya las autoridades tenían tres horas dentro del penal. Fueron los custodios quienes hicieron su revisión corporal, se le tomaron testimonios como prueba de que se le estaban respetando sus derechos y de forma repentina fueron atacados por un grupo de internos que estaban escondidos y poseían armas con miras telescópicas y hasta con láser y actuaron de esa forma porque no querían perder el botín. Los internos pudieron correr para refugiarse y algunos lo hicieron detrás de los efectivos de la Guardia Nacional, de lo contrario habría sido peor”, destacó la ministra.
Aunque no dio parte oficial de los fallecidos indicó que mediante las autopsias revelaron que había personas con data de muerte de 34 a 36 horas, uno fue ultimado con un arma blanca, otro a consecuencia de politraumatismo craneoencefálico y uno carbonizado que aparentemente fue quemado después de fallecido. “No me atrevo a dar una cifra, son resultados que lamentamos profundamente, pero hay muertos que se registraron cuando los funcionarios no estaban dentro del penal, pero serán las investigaciones que aclaren todos esos episodios; de lo que no les puede quedar duda es que este penal ya está controlado”, enfatizó Varela.
La ministra comentó que eran esos grupos violentos quienes no permitían que se hicieran los trabajos en Uribana, pero una vez que se realizó el desalojo se acabó con estas mafias y no permitirán que las mismas vuelvan, para ello ya comenzaron los trabajos de remodelación del penal en donde se tomarán ciertas medidas de seguridad, además de determinar la capacidad de alojamiento del penal y se estima que en mes y medio sea traído un primer lote de internos, de mínima y media, que sepan que no se van a convertir en un peligro para el penal, como es el caso de algunos reincidentes. Repitió que tendrán uniformes y se les garantizará su comida. Aseguró que el ministerio ya comenzó a trabajar con el Plan Cayapa y se estima sean otorgadas más de cien libertades.
Fusiles robados en la Base Aérea
Iris Varela, cuando mostraba las armas de fuego y daba el parte de lo incautado, hizo énfasis en mostrar unas armas de fuego. La primera fue una pistola negra calibre 9 milímetros con mira telescópica y otros accesorios, al igual que una pistola 9 milímetros fucsia, ambas pertenecientes a “El Chueco”, quien era el segundo pran en el área de media y se había hecho principal de máxima en las última semana antes de que se diera la requisa. Murió en los hechos del 25 de enero.
La pistola verde pertenecía a los pranes de máxima, “Curín” y “Manuel”, trasladados una semana antes de la intervención. Casi todas las pistolas mostradas tenían selectores que permiten disparar en ráfaga.
Así mismo estaban unas pistolas a las cuales les adaptaron una corta de fuego.
La ministra alzó dos fusiles AK 103 pertenecientes a las Fuerzas Armadas, uno de ellos que había sido robado el 26 de agosto del 2011 de la garita 4 dentro de las instalaciones de la Base Aérea Vicente Landaeta Gil y el otro fue sustraído del mismo lugar seis meses antes.
En publicación hecha el 6 de noviembre del 2011 por el diario EL IMPULSO, se destacó que estos fusiles se encontraban en poder de “El Borracho” quien era líder del penal en ese entonces. Se conoció que entre 20 a 30 mil bolívares cancelaban para pasar el armamento. Nelson Bracca, director del penal, desmintió en su momento la información confirmada el día de ayer por la propia ministra.
