Emotivo y cargado de positividad estuvo el taller “2013, el mejor año de tu vida”, basado en técnicas de programación neurolingüística, dictado en Barquisimeto, este martes, a cargo del conferencista internacional Alejandro Pérez Bolaños, miembro desde hace 14 años de la Fundación Una Mano Amiga (UMA), organización integrada por una red de voluntarios al servicio de una gran obra de ayuda humanitaria orientada a brindar atención a niños, adolescentes y ancianos de comunidades desasistidas.
Las personas que participaron en la enriquecedora actividad adquirieron mayor conciencia de lo importante que es asumir una buena actitud ante la vida para alcanzar las metas.
Pérez Bolaños supo transmitir las bases fundamentales para que la persona desarrolle lo mejor que lleva dentro de sí, y demostró cómo se puede estar bien en medio de la crisis, sin perder la capacidad de reír y de disfrutar la vida.
“El tema es que no nos enseñaron a vivir, sino a buscar la felicidad, y la felicidad es una decisión que muchas veces es opacada por las nubes negras; lo interesante es ver que el sol está por encima de esas nubes”, aconsejó.
Precisó que en esta sociedad enferma de tantas cosas negativas, lo básico es apartarse del montón y desconectarse.
Puso como ejemplo que quien vive en Caracas, en lugar de mirar el Guaire contemple El Ávila; sin dejar de reconocer las cosas que requieren cambios, “aunque el cambio está en nosotros”.
Determinó que el comportamiento de un individuo está basado en un sistema de creencias transmitidas desde pequeños, que muchas veces limitan una decisión y estancan su progreso, por lo que invitó a tomar nuevos rumbos en la vida para superar obstáculos y llegar a los éxitos y satisfacciones personales.
Estimó que la mayoría de los venezolanos tiene muy baja autoestima, siendo una gran debilidad. “Creo que nos conformamos con muy poco y siempre tenemos un foco externo para decir que la responsabilidad no es mía, sino del otro”.
Además, “pensamos que lo de afuera es mejor y no apoyamos al talento nacional”, acotó.
No obstante, reconoció como fortaleza el calor humano en los venezolanos, a diferencia de otros países.
Lamentó que siendo Venezuela una población pequeña, fácil de manejar para trabajar en su avance, esté plagada de corruptos que no le permiten que se hagan grandes cosas.
