María de la Cruz Rodríguez (QEPD)

Para nosotros ha sido un gran placer acompañarte en estos últimos meses de tu vida más cuando te conocimos desde siempre y de alguna manera estuvistes en nuestras vidas.
María, gracias por recibirnos en tu lecho y por permitirnos cuidarte, también por confiarnos y enseñarnos parte de tus vivencias que nos hicieron reír mucho.
Tus ocurrencias nos llenaron de esperanza y valor para muchas cosas y nos sentimos muy bien viviendo contigo, sentiremos un gran vacío pero descansarás en paz de esta difícil y complicada vida terrenal.
Sé que papa Dios te recibirá con los brazos abiertos pues fuiste siempre una buena persona. Siempre vamos a recordar las ganas que tenías siempre de tomar tu café, pues eso era parte de ti.
Decimos que fuiste muy fuerte por haber vivido tanto tiempo sola y sabemos que sólo papa Dios te cuidó. El Todopoderoso, el creador del universo, a Él le pedimos que nos dé mucha fuerza para saber sobrellevar todo esto. Sé que sólo él apaciguará todo esto que sentimos y entendemos que todo es parte de la vida misma.
Por siempre te vamos a recordar con tus bonitas pinturas que muchos de nosotros tenemos en nuestras casas. También recordaremos el amor hacia los animales que te brindaron de alguna forma mucha compañía en los momentos de soledad. Recordaremos por siempre el vínculo y la bonita amistad que había con nuestro abuelito Raúl Heredia y Jesús María Rodríguez (rodriguito) mas todos sus amigos que amenizaron todos juntos en algún momento con sus juegos de mesa, entretenidos en los recordados tiempos dorados, llamándote de alegría, felicidad y de mucha paz.
Siempre, con mucho cariño, aquí tendrás a tres personas que estarán junto a ti espiritualmente y recordándote hasta el más allá.
Mirian Pastora, Juan Pablo y el que escribe, Marcos Augusto