La falta de sueño es una afección multifactorial que trae innumerables consecuencias al organismo. Que la incapacidad para conciliar el sueño sea algo habitual, no significa que deba tomarse con normalidad.
El síndrome de fatiga informativa, la incertidumbre, cambios fisiológicos, la adicción a las redes sociales, trabajo nocturno, falta de hábitos para ir a dormir, el abuso de sustancias como el tabaco, café, drogas y alcohol, son solamente algunas causas que alejan el sueño.
En la actualidad, el insomnio es un factor común en todas las personas: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, que en la mayoría de los casos no es atendida como se debe. Cuando ocurre ocasionalmente, podemos recurrir a remedios caseros, pero cuando se hace recurrente hay que tomarlo en serio y visitar a los especialistas, por que las consecuencias se harán evidentes y patológicas.
Los tratamientos van desde cambios de hábitos como:
• Descartar exceso de alcohol, a pesar de inducir el sueño, provoca sobresaltos y reduce el tiempo total de descanso. Sin embargo, tomar una copa de vino es recomendada por los especialistas.
• Reducir el consumo de cafeína y tabaco.
• Mejorar las condiciones ambientales de la habitación, reducir los ruidos y evitar las temperaturas extremas.
• Esperar una hora después de comer para acostarse.
• Evitar las comidas abundantes.
• Las caminatas o practicar ejercicio físico regular, pero nunca antes de acostarse.
• Terapias de relajación como el yoga o masajes.
• Fijar una hora para ir a dormir.
• Evitar ir a la cama hasta tener sueño.
• Evitar ver la televisión, usar computadora, celular, leer o comer en la cama.
También se utilizan fármacos como hipnóticos, ansiolíticos, antidepresivos o neurolépticos, además de terapias físicas y psicológicas en casos ya patológicos
Tomar infusiones naturales sigue siendo la gran solución, ayudan a relajar el cuerpo, aleja las angustias y preocupaciones; se recomienda tomar alguno de estos tés, una hora antes de ir a dormir: lechuga, tilo, valeriana, limón, menta y los clásicos como la manzanilla, azahares, toronjil y pasiflora.
Lo más importante es, hacerse consciente de los daños a lo que se expone nuestro cuerpo. Si no se controla el insomnio de alguna manera, envejecemos prematuramente y en nuestro aspecto físico se evidencia el deterioro.
