El receptor José “Chato” Yépez decidió retirarse de los diamantes como jugador activo, luego de disputar 15 temporadas en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, todas con el uniforme de Cardenales de Lara.
El careta se estrenó en la temporada 1998-99, aunque solo disputó un juego y apenas consumió un turno en la temporada regular.
En la 2005-2006 comenzó a ver acción con mayor regularidad, pero no fue hasta la zafra 2009-2010 cuando tuvo su mejor año al disputar 49 compromisos y dejar promedio ofensivo de .359, con cuatro cuadrangulares, 10 dobles y 25 carreras producidas.
Ese fue su mejor año en cuanto a números. Sin embargo, uno de los mejores momentos de su carrera lo vivió en la final de la temporada 2012-2013, cuando disparó el sencillo ganador en el quinto juego de la final frente a Navegantes del Magallanes y el estadio Antonio Herrera Gutiérrez se rindió a sus pies.
Magallanes ganó los dos siguientes duelos en Valencia para quedarse con el título, pero sin lugar a dudas ese batazo será inolvidable para Yépez.
El nativo de Carora no tuvo la oportunidad de debutar en Grandes Ligas, a pesar de una extensa carrera en Ligas Menores con Azulejos de Toronto, Marineros de Seattle y Bravos de Atlanta.
Yépez llegó a estar en róster con Seattle en el equipo grande, aunque no logró debutar.
En la LVBP deja promedio ofensivo de .268 con 11 cuadrangulares y 64 carreras producidas.
“Desde niño comencé a jugar béisbol y siempre fue mi sueño. Hoy quiero darle gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de cumplirlo”, escribió Yépez en una carta publicada en su cuenta de Instagram.
“A mi familia, pieza fundamental en mi vida, quiero darle las gracias por nunca dudar en darme su apoyo durante estos 18 años de carrera profesional”.
“Este sueño también fue posible gracias a la directiva del Cardenales de Lara, nunca olvidaré todas las oportunidades que me brindaron, fue un verdadero orgullo pertenecer a esta gran familia, siempre defendiendo nuestra camiseta. Para ustedes mis respetos, afecto, admiración y profundo agradecimiento”, agregó el exreceptor, quien seguramente seguirá unido a la organización.
“A la fanaticada, el patrimonio más preciado con el que cuenta nuestro equipo, quiero darle las gracias por ser parte de este viaje increíble con sus aplausos, gritos, críticas, risas y emociones. Son únicos. Siempre confié en ustedes, Dios los bendiga. Para mí siempre será un honor llevar un Cardenal en el pecho”.
