Con gran entusiasmo se celebró ayer la eucaristía en la Catedral de Barquisimeto, templo que acogió a gran cantidad de jóvenes provenientes de todas las latitudes del país para presentar sus agradecimientos a la Divina Madre.
Como tradicionalmente se ha realizado los últimos años cada 16 de enero, la juventud se encarga de organizar una misa de acción de gracia en donde además se honra la presencia de la Pastora de Almas.
En esta oportunidad se le dio un realce a las zonas pastorales Santísima Trinidad, Espíritu Santo, Santísimo Sacramento, Nuestra Señora de Coromoto, Divina Pastora, Inmaculada Concepción, Asunción, Nuestra Señora de Altagracia, San José, Santos Apóstoles, Santos Mártires y Sagrado Corazón de Jesús, acompañadas de los Movimientos de la Arquidiócesis presentaron cada una ofrenda ante el altar.
Mucha jovialidad mostró monseñor Jesús González de Zárate; obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Caracas y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Juvenil, quien durante su homilía se dirigió de manera directa a los jóvenes y los exhortó a escuchar el llamado de Dios y seguir las palabras del máximo representante de la Iglesia católica, el papa Francisco.
Monseñor motivó a los presentes con un mensaje a lo vocación, invitándolos a participar en lo que les gusta por el camino del bien y sin separarse de Dios ni la Virgen.
Asimismo se encargó de recibir a siete jóvenes seminaristas quienes, comprometidos con su labor, aceptaron las nuevas preparaciones para recibir las órdenes mayores de Dios, capacitándose para ser futuros pastores.
Jefferson de Jesús Landaeta fue uno de los seminaristas que con gran emoción expresó que lo recibido “no es algo que nos da el obispo, nuestra mamá o nuestro papá, es algo que nos da el Señor”, haciendo referencia a las bendiciones y la guía hacia el camino que ahora transitan.
Emoción tangible
La alegría en todos los presentes durante la eucaristía fue fácil de apreciar, especialmente en los muchachos que se han dedicado a trabajar en sus parroquias por el bien de todos desde las iglesias.
Aseguran que es un llamado que se recibe y es imposible negarse a hacer el bien y estar cerca de Dios, quien es su guía y se encarga de llenarlos de bendiciones cada día.
Nira López, de la parroquia Santa Rosa de Lima, expresó sentir una gran devoción y fe hacia la Virgen y la iglesia, lo cual la motiva a participar en la misma.
Desde Guyana llegaron unos jóvenes que mostraron a través de una pancarta su felicidad por estar en la ciudad de Barquisimeto acompañando a la Divina Pastora.
De igual forma estaba Alfredo Gutiérrez, quien vino de Coro para participar en la eucaristía junto a sus compañeros. Afirmó que era la primera vez que venía a la celebración, y que si bien no estuvo presente en la procesión de la Pastora de Almas, ha sido una experiencia única participar en un evento tan grande como el que se vivió ayer en el templo.
La música aportó un complemento único que permitió a todos los asistentes celebrar la santa misa de una forma alegre, adecuada para la ocasión de festejo.
La casa de Dios estuvo repleta de feligreses que asistieron a visitar a la Santa Madre, quien hoy se despide de la Catedral. Además de tener la oportunidad de presenciar la eucaristía la cual además contó con la participación de monseñor José Manuel Romero y monseñor Juan de Dios Peña.
El encuentro sirvió también para llevar a cabo reuniones de la Pastoral Juvenil Nacional, en donde se organizan detalles para el próximo Encuentro Nacional de Jóvenes (Enajó) que se llevará a cabo en Cumaná en el 2018.
Fe por la Divina Pastora sin límites
Los feligreses de distintas parte del país permanecen en la ciudad para acompañar a la Madre de Dios en parte de su recorrido, entre ellos la señora Gregoria Mujica, quien con 76 años no deja de visitar a la Divina Pastora durante la procesión.
“Soy de aquí (Barquisimeto) pero ahora vivo en Caracas y siempre vengo a ver a la Virgen. Mi devoción me la inculcó mi abuela, desde que yo era pequeña me llevaba a la procesión cuando las calles aún eran de tierra”.
Para la señora Gregoria su amor por la Pastora es algo que le nace del corazón y cada año aumenta.
Afirma que desde el 10 de enero llega a la ciudad para estar los días posibles al lado de la Virgen. “Cuando la veo hace que me quiera quedar más días. He observadi cómo ha evolucionado la procesión y es muy hermosa la presencia de más personas”, expresó la abuelita, quien además dijo haber participado este año en el maratón.
“Así sea sola me vengo, esta vez me acompañó mi hija. Por lo primero que pido es por la salud, la de mis familiares, mis amigos y mi persona; sin eso no hay nada. También por el país, que exista paz en Venezuela”.
