Por segundo año consecutivo, el venezolano Roberto Maytín toma parte en el cuadro de dobles de Wimbledon, tercer Grand Slam de la temporada que se cumple sobre césped en Londres.
El valenciano viene de abrirse paso desde el cuadro clasificatorio junto al salvadoreño Marcelo Arévalo.
En su primera presentación la llave del criollo y el centroamericano tiene previsto enfrentar al ruso Konstantin Kravchuk y el ucraniano Denys Molchanov, quienes ingresaron de forma directa al cuadro de parejas.
En el clasificatorio, Maytín y Arévalo se combinaron para vencer en la ronda decisiva a la pareja conformada por el australiano Junaid Rameez y el estadounidense Austin Krajicek (terceros favoritos en la llave), con parciales corridos de 6-3, 6-4, para así avanzar al cuadro principal de dobles en Wimbledon.
Previamente había despachado en su primera presentación a al dupla integrada por el chino Yan Bai y el croata Dino Marcan.
Esta es la segunda vez que Roberto Maytín logra llegar al cuadro principal del prestigios torneo londinense.
En la edición anterior tomó parte junto al alemán Benjamín Becker y en la primera ronda quedó fuera de carrera. En esa oportunidad no disputaron qualy.
“Lo logramos, por segundo año consecutivo estamos en Wimbledon”, declaró Maytín tras sellar el pase al evento principal de dobles de uno de los torneos con mayor tradición en el deporte de la malla baja.
“Contento, jugamos muy bien, saqué muy pero muy bien y estuvimos positivos desde el principio, con muchas ganas de lograr el pase”, detalló luego de la clasificación.
“Marcelo y yo nos comunicamos de excelente manera, eso es importante, y siento que jugamos muy bien. Los Challenger me han devuelto la confianza y vamos con todo al cuadro principal”, agregó el integrante del equipo de Copa Davis de Venezuela.
El valenciano atraviesa por un gran momento y viene de ganar los Challengers de Furth (Alemania) y el de Moscú (Rusia), en semanas consecutivas.
Esos títulos lo llevaron hasta la casilla 211 del ranking de dobles de la ATP.
Ahora el venezolano tiene la oportunidad de trascender sobre el pasto sagrado de Wimbledon, donde se reunen los mejores jugadores del planeta.
