#OPINIÓN Lectura: Mi chiquito #18Jun

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¡Amor! ¡Mi Chegra del alma! Te escribo para informarte que nuestra última hija, la que tu amorosamente, desde el día de su alumbramiento, tus cariños de madre abnegada, llamó: “Mi Chiquito;” nuestra Lola Yolanda, el día 5 de junio del año que se consume consumiéndome, obtuvo el título de Doctora en Cultura. Fue un día para ti y para mi inolvidable. Los días para ti ya no cuentan, en esa otra dimensión, tu ser, mi adorada Chegra, el tiempo ni el espacio, mí inolvidable amada para ti no cuentan. Son dimensiones espirituales.

Por mi parte, por transitar todavía el plano vital de la luz de vida, el tiempo hace olvidable las cosas, continuamos en el abandono. Mis palabras para ti carecen de dimensión existencial. En tu dimensión espiritual, esa otra realidad que la vida regala, debes haber disfrutado conmovida de que tú nuestra Mi Chiquito haya alcanzado su propósito. Su doctorado fue puro y limpio como todo su proceder. Con el título, el Jurado de cinco miembros resolvió, por unanimidad, otorgarle una mención especial como Reconocimiento.

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La exposición de su discurso sin un “esté,” sin un “entonces.” Sin un “bueno..;” nada de muletillas. Fue fluido, profundo e histórico. Bien conducido por su capacidad intelectual. Si estuvieses en mi plano de vida ¡mi todo, mi yo! No sabría dimensionar tu desbordante entusiasmo. Tu espíritu desde allá estuvo lleno de plenitud y satisfacción. Ausente en el éter de tus sentimientos, tu desbordante alegría fue indimensionable. Sus hermanos, nuestros hijos: José Arquímedes y Dolmari en Buenos Aires; Carlos Manuel en Lisboa y Ángel Lohengrin en Minsk celebran muy complacidos y satisfechos.

Estés donde tu espíritu se encuentre, te reiteró la noticia que dio aliento a mi prolongada edad. Presencié todo el acto; en mi caja lumínica de vida te encontrabas. Fui testigo de esos momentos exaltantes que nos dispensó nuestra hija, tú “Mi Chiquito”. Tú angelical dimensión no sabría excluirse. Así son las cosas. La vida es luz, la mía, luz material; la tuya, luz espiritual. Con mi eterno afecto de quererte para permanentemente recordarte en esta pura, integra, digna y generosa vida, te amo. La felicidad nos acompañó, sin ti me ha abandonado. Bendícenos a todos y para nuestra hija, tú “Mi Chiquito” todo lo mejor para su adorable existencia; hasta luego, Mi Chegra mi todo, mi yo. Tuyo: Carlos; tú “Mi Chiquito” te pide generosa tú sentida bendición.

Carlos Mujica

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[email protected]

@carlosmujica928

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