En el ángulo noreste de la avenida Argimiro Bracamonte, intersección con la avenida Críspulo Benítez Fonturvel en la urbanización del Este, llama la atención que la acera no cuenta con la correspondiente capa de cemento y es de tierra, situación que cambia cuando llueve porque se transforma en un barrial.
En este punto hay quienes prefieren lanzarse al pavimento y caminar por el medio de la calle, más aún a la llegada de las lluvias porque aquello se convierte en un lodazal que impide a los transeúntes desplazarse con normalidad.
Cabe destacar que en ese punto a la llegada de las lluvias el agua producto de las precipitaciones suele acumularse, lo cual impide caminar por la calle porque el nivel del agua subre considerablemente y además, los carros salpican a los peatones y los mojan por completo.
En este caso la denuncia no apunta a la falta de bacheo de la calle sino al encementado de la acera, ya que no se entiende como en un lugar tan concurrido aún exista una acera de tierra que además de afear causa molestias a los usuarios.