“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» Filip. 2:13
Correcto. El artículo de esta semana “No es solo para corredores”, es también para cada uno de mis apreciados lectores se motiven a leerlo y se entusiasmen también a correr o a caminar regularmente. Y seguro que la omnipotencia divina va a obrar en esa mente y en esa voluntad con poder, entonces terminarán siendo uno más que correrá o caminará hacia un mundo feliz. Como dicen algunos de mis sobrinos-nietos. Por ello espero que muchos puedan leer éstas humildes reflexiones. Por cuanto voy a combinar opiniones muy personales acerca de lo que significa ser corredor y sus beneficios, con opiniones de corte literario, de un poeta-corredor que me encanta leer.
Y si llegase a suceder y no lo dudo, que alguien tocado por lo que aquí lea tome la decisión y comienza a caminar o correr de manera regular, quiero recordarles que es Dios quien mueve las voluntades para lo bueno, para lo positivo, para lo constructivo Y así lo confirma el apóstol en la Santa Palabra. “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» Filip. 2:13. Mis apreciados, esto significa, no que Ud. es una persona “demasiado especial” en sus pensamientos y en sus propósitos. ¡NO!. Significa, que Dios es el que le da a Ud. el deseo y la capacidad para llevar a cabo las cosas buenas que fluyen en su mente. El literal griego para esta expresión “Dios es el que” dice literalmente: «Dios es quien está obrando» o «dando energía»; el énfasis se hace claramente sobre «Dios».
Les cuento. Navegando por la red encontré un conjunto de respuestas que el poeta-corredor-escritor uruguayo Marciano Durán dio a la pregunta ¿Cuál es la razón de correr? Igualmente adicioné algunas otras respuestas apoyadas en el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo. A la célebre pregunta. Nuestro insigne poeta colega corredor responde. “Corro para mantenerme en forma, para conservar mi salud. Corro porque la carrera forma parte de mi estilo de vida. Corro para sentirme mejor. Pero hay algo que va más allá. La razón verdadera es la confirmación, de que yo tengo el control” ¿Cómo les parece?
Y el hombre sigue razonando. “Cada día debo hacer una elección. Experimentar dolor y malestar para lograr una meta mayor o sucumbir al impulso del cuerpo llevarme a hacer otra cosa más placentera. Me siento culpable cuando no lo hago y el cuerpo gana. Correr es la prueba de mi fortaleza, no sólo física, sino mental. Es un desafío de mi voluntad, de mí contra mí mismo. El correr es un condicionamiento tanto mental como físico. Es vencer el desánimo, la pereza, la indolencia. Si corro es que vencí. “Cada carrera es un éxito”. Ojo, cualquier parecido con la realidad de uno de nosotros no es casualidad.
Yo adiciono. Corro por cuanto es un mandato divino. ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que tenéis de Dios, Y que no sois vuestros?1 Cor.6:19. Por tanto, estamos en la obligación de cuidarlo y el ejercicio es fundamental para ello. Entonces corro, por cuanto Dios me lo indica. “Glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios”. ¿Cómo les parece? PRÓXIMO ARTÍCULO. “La carrera HUPAZ vs otras”
¡Hasta la próxima semana Dios mediante!
William Amaro Gutiérrez
