Venezuela se ha convertido en el principal país de origen de personas desplazadas y refugiadas en América, una cruda realidad que cobra mayor relevancia tras las recientes cifras publicadas por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). Un total de 8.1 millones de venezolanos se han visto obligados a abandonar sus hogares, de acuerdo con el informe de la agencia.
En el marco del Día Mundial del Refugiado, conmemorado cada 20 de junio, ACNUR destacó que el número total de personas bajo protección internacional en el continente americano alcanzó los 21.9 millones al cierre de 2024. Esta cifra representa un significativo 17.6% del total global de desplazados, que asciende a 123.2 millones.
El informe de ACNUR detalla que, además de Venezuela, otros países con un elevado número de desplazados en la región son Colombia, con 7.4 millones, y Haití, con 1.4 millones. En cuanto a los territorios de acogida, Colombia lidera con 9.5 millones (muchos de ellos desplazados internos), seguida por Estados Unidos con 2.5 millones y Perú con 1.6 millones.
La cifra global de ACNUR abarca diversas categorías, incluyendo 1.2 millones de refugiados en otros países, 4.7 millones de solicitantes de asilo, 9.5 millones de desplazados internos y otras personas en situaciones similares. Este incremento en el desplazamiento es alarmante: la cifra se ha multiplicado por 13 desde principios del siglo XXI, reflejando la creciente inestabilidad que azota al continente.
A pesar de la magnitud del éxodo, Luiz Fernando Godinho, portavoz regional de ACNUR, señaló que también se han registrado retornos de ciudadanos venezolanos a su país. Más de un millón han regresado por cuenta propia desde 2018, y otros 300,000 lo han hecho con la ayuda del Plan Vuelta a la Patria, impulsado por la administración de Nicolás Maduro.
Además de la crisis venezolana, el informe de ACNUR destaca otros focos críticos de desplazamiento en la región. En Colombia, el conflicto interno persistente y los desafíos en la implementación del acuerdo de paz continúan prolongando la crisis humanitaria. Por su parte, Haití se encuentra sumido en el caos, con el control territorial por parte de bandas armadas forzando a miles a huir. Los flujos migratorios desde Centroamérica y México también permanecen como un punto de atención, impactados por los recientes cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos.