El papa León XIV presidió este domingo en la Plaza de San Pedro una ceremonia histórica que reunió a decenas de miles de fieles. Durante la canonización de Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis, el primer santo milenial y considerado patrón de Internet, el pontífice instó a los jóvenes a no desperdiciar su vida y a convertirla en «una obra maestra».
«Los santos Pier Giorgio Frassati y Carlo Acutis son una invitación para todos nosotros, sobre todo para los jóvenes, a no malgastar la vida, sino a orientarla hacia lo alto», afirmó el Papa estadounidense en su homilía.
Carlo Acutis, el primer santo milenial
Carlo Acutis, fallecido en 2006 a los 15 años víctima de una leucemia fulminante, es ya un referente para miles de jóvenes católicos en todo el mundo. Apasionado por la tecnología, el deporte y los animales, convirtió Internet en una herramienta de evangelización. Su cuerpo reposa en Asís, donde se le venera vestido con sudadera, vaqueros y zapatillas.
Durante la canonización, su madre, Antonia Salzano, llevó al altar un relicario con fragmentos del corazón de su hijo, en medio de una multitud emocionada.
Pier Giorgio Frassati, ejemplo de servicio y fe
Junto a Acutis, fue canonizado Pier Giorgio Frassati, nacido en Turín en 1901 y fallecido a los 24 años por una poliomielitis fulminante. Pese a pertenecer a una familia acomodada, dedicó su vida a ayudar a los más necesitados, visitando a diario casas de acogida y practicando la caridad.
«Ambos cultivaron el amor a Dios y a los hermanos a través de medios sencillos: la Misa diaria, la oración y la adoración eucarística», recordó el papa León XIV.
Una celebración universal
La ceremonia contó con la presencia del presidente italiano, Sergio Mattarella, así como delegaciones internacionales, familias y miles de jóvenes que levantaban estampas con la imagen de Carlo Acutis. El pontífice subrayó que la santidad no es inalcanzable y que el testimonio de ambos santos es «una fórmula sencilla pero segura para disfrutar la vida al máximo y llegar a la fiesta del cielo».
La canonización de Carlo Acutis y Pier Giorgio Frassati marca un hito en la Iglesia católica: un joven del siglo XXI y un laico del siglo XX elevados a los altares como ejemplos de fe viva y cercana. Con un mensaje claro a la juventud, el papa León XIV recordó que «todos estamos llamados a ser santos» y que orientar la vida hacia Dios es la mejor manera de no malgastarla.