Una celebración eclesiástica por todo lo alto llevarán a cabo los feligreses de los municipios Torres (Carora) y Urdaneta (Siquisique), en el estado Lara, cuando el 14 de septiembre de este año, día del cumpleaños de Barquisimeto, tome posesión como obispo de la Diócesis de Carora monseñor Luis Armando Tineo Rivera, nombrado para este importante cargo por el Papa Francisco, mediante anuncio que hizo el sucesor de San Pedro durante su visita en Rio de Janeiro, en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, el pasado martes 23 de julio, noticia que fue difundida por el Vaticano para el mundo.
Considerada Carora ciudad levítica, término que la Real Academia Española define: “Aficionado a la iglesia; influido por ella o supeditado a lo eclesiástico”, y de hecho, es la que ha dado la mayor cantidad de sacerdotes a Venezuela, recibe a Tineo Rivera como su tercer obispo, siendo el primero y fundador de la Curia, monseñor Eduardo Herrera Riera, fallecido este año, y Ulises Gutiérrez, cambiado hace casi dos años para la arquidiócesis de Ciudad Bolívar.
Un servidor de corazón
En entrevista exclusiva, con palabras de gratitud al Señor y al Papa Francisco, monseñor Tineo Rivera acepta con honor la confianza depositada en él para servirle de corazón a los habitantes de Torres y Urdaneta. “En esta gran responsabilidad de estar al frente de la Diócesis de Carora, tan querida y especial por sus características históricas, sociales y culturales; muy peculiares”.
Para la toma de la Diócesis realiza los preparativos desde ahora. En esta etapa preliminar establece enlaces con el padre Alberto Álvarez, encargado de la parte administrativa de la Curia de Carora, tendiente a la conformación de una comisión con miras a elaborar el cronograma que definirá el acto de posesión que será en la catedral San Juan Bautista, con asistencia del Nuncio Apostólico, obispos y cardenales invitados, el clero de Carora, familiares y amigos.
Manifestó Tineo Rivera que está planteado que el arzobispo metropolitano de Barquisimeto, monseñor Antonio José López Castillo presida los actos durante la toma de posesión.
Allí se procederá a la lectura de la Bula Papal (pergamino manuscrito y firmado por el Papa Francisco sobre su nombramiento), y posteriormente iniciará su primera misa, su respectivo saludo de presentación y sus expectativas para el pueblo católico de Torres y Urdaneta, la cual será concelebrada con todos los obispos presentes y los sacerdotes de la Diócesis de Carora y de Barquisimeto.
En el transcurso de la homilía el clero de Carora, laicos comprometidos, movimientos de apostolados y seminaristas harán un rito de saludo y promesa de obediencia al nuevo obispo.
Carora ha dado más ministros al altar
Monseñor Rivera se siente complacido de recibir una Diócesis en una ciudad levítica de tantos ministros que ha dado al altar durante su tradición cristiana, una de las primeras de Venezuela.
“Ha demostrado ser una tierra fecunda en sacerdotes, tanto en número como en calidad, siendo uno de ellos el obispo Monseñor Salvador Montes de Oca, fiel a su conciencia y a su ministerio, quien murió fusilado por los nazis en la segunda guerra mundial, en defensa de judíos perseguidos por los nazis”, señaló.
También evocó al primer padre jesuita e historiador caroreño Germán González, y al monseñor Eduardo Herrera Riera.
“Los caroreños en cualquier parte del país y del mundo se destacan por ser personas muy religiosas; llevan en su ADN una cultura y un sentimiento religioso muy noble que forma parte de su identidad”, expuso.
Adujo que llega a la capital torrense libre de todo prejuicio, ya que no lo conoce y no está involucrado con ninguna situación local, razón por la cual aseguró está más comprometido a “conocerlo, oír y servir”, junto con su gente.
Abarcará casi la mitad de Lara
Son más de 11.700 kilómetros cuadrados que abarca la Diócesis Torres-Urdaneta, lo que representa casi la mitad de la superficie del estado Lara.
Lo primero que se propone hacer monseñor Tineo Rivera al tomar posesión de su cargo es conocer uno por uno a los sacerdotes, párrocos, personal consagrado y los planes pastorales en marcha, así como al movimiento apostolado, seminaristas y cada parroquia que compone a la Diócesis, distribuidos a todo lo largo y ancho de ese territorio.
Acotó que posiblemente antes de culminar este año habrá finalizado todo este trabajo.
En cuanto a cambios a su llegada de algunos miembros del clero que componen la Diócesis, indicó que no está descartado, aunque justamente para ello recorrerá las parroquias para tener un acercamiento directo con los padres y precisar cuáles son sus aspiraciones y necesidades.
“No es bueno que un sacerdote se petrifique en un lugar, hay que renovarlos”, sentenció, aunque no es el caso de Carora.
Contacto con instituciones
Para monseñor Tineo Rivero es sumamente importante establecer relaciones interinstitucionales.
Adelantó que al llegar a Carora hará contacto con la Gobernación, la Alcaldía, instituciones de salud, educativas, sociales, deportivas y consejos comunales, y todo ente representativo que trabaje al servicio de la sociedad.
“Extenderé la mano para buscar siempre una colaboración y contribuir como iglesia para llevar calidad de vida a la población, fraternidad y convivencia ciudadana a las familias y los auténticos valores humanos y cristianos de los larenses”, esgrimió.
Contribuirá con la seguridad de Carora
Respondiendo de qué forma se sumará a la lucha por la seguridad de los caroreños, Tineo Rivera dijo que si bien no puede estar en una acción directa contra el hampa porque no tiene personal, recursos y no es la especialidad de la iglesia, asoma como solución trabajar por la prevención desde la educación.
Al respecto, afirmó que como iglesia católica tiene el deber de intensificar la formación de la conciencia ciudadana, de luchar a favor de la paz, del respeto, de la dignidad y el derecho que tiene cada persona a la vida y a los bienes.
En este sentido puntualizó que los obispos de Caracas se reunieron recientemente con el Ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres y le entregaron un documento contentivo de varias propuestas para contener la violencia y la inseguridad en Venezuela.
Deponer la violencia es una tarea
Sobre la situación de polarización en Venezuela, monseñor Tineo Rivera afirmó: “es una calamidad para nosotros”.
Un país polarizado no progresa y es sinónimo de intolerancia, violencia, exclusión mutua y ese drama no ayuda en nada.
Creo que Venezuela es un país grande donde todos cabemos y tenemos que encontrar los caminos del diálogo, basado en el reconocimiento mutuo y el respeto de todas las partes.
Todo el mundo tiene derecho a defender sus ideas. No podemos tener una sociedad armada, enguerrillada, donde las personas no tengan miedo de salir a la calle, y pero aún, no están seguras en su casa ni en su oficina.
Eso no puede seguir ocurriendo porque genera una neurosis colectiva e impide crecer.
La iglesia tiene como misión crear las condiciones para el perfeccionamiento del ser humano en lo mejor que tiene, es decir, en la convivencia, fraternidad, amor, perdón, ayuda mutua y la felicidad de la que habló Jesús.
Somos portadores del mensaje “no le hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti; trata al prójimo como te gustaría ser tratado”.
El gobierno responsable de la seguridad
La inseguridad no la puede solucionar ni el gobierno solo ni la sociedad sola, aunque se admite que el gobierno tiene la mayor reponsabilidad porque posee el monopolio de las armas, de las leyes, los tribunales y los cuerpos de seguridad.
Contribuye con la inseguridad que se enfrenta en el país el discurso encendido y violento.
En cuanto al acercamiento que pregona el gobierno nacional hacia la iglesia católica, monseñor esbozó: “me parece que es un deber dialogar y la iglesia está dispuesta a hacerlo hasta lo último, siempre lo hemos hecho”.
Pese a que no se esté de acuerdo con algunas cosas del gobierno, no significa que no se quiera dialogar con sus representantes, para precisamente oírse, intercambiar ideas y buscar consensos.
Ejemplificó que en una misma familia no todos están de acuerdo en ciertas cosas, pero saben convivir, no se están matando en el comedor, en la sala ni en la cocina.
Venezuela es una gran familia, se pueden tener diferencias, no obstante, hay que saber vivir unidos con las diferencias, respetando, y para las sanas discusiones están los consejos comunales, las asambleas de ciudadanos, los foros, la Asamblea Nacional, las Asambleas Legislativas y los medios de comunicación al ejercer la libertad de expresión.
Destacó monseñor Tineo Rivera el acercamiento que en los últimos días ha tenido la Conferencia Episcopal Venezolana con el gobierno nacional, al que le hizo propuestas tales como retirar el discurso agresivo, comenzar a reconocer a todos los sectores de la sociedad y apoyar las campañas positivas de desarme al pueblo civil y de los colectivos.
También le comunicaron al gobierno el problema que tienen los religiosos para obtener las visas.
Reveló que el gobierno se mostró muy receptivo.
Invitó a todos a deponer la violencia.
