Sesenta cuerpos preparados para ser cremados fueron hallados al interior de una funeraria fuera de servicio en una carretera cercana al puerto mexicano de Acapulco, informaron el viernes autoridades, que investigan si se trata de un presunto fraude y no de hechos relacionados con el crimen organizado.
El fiscal de Guerrero, Miguel Ángel Godínez, informó que las autoridades llegaron al lugar luego de una llamada anónima y que están a la búsqueda del dueño del establecimiento.
El funcionario dijo en rueda de prensa que los cuerpos estaban «perfectamente embalsamados» y había mujeres, hombres y niños. Horas antes había dicho que, al menos, eran 61 cuerpos.
La funeraria, que ofrecía servicios crematorios, había dejado de operar desde hace meses, según habitantes del lugar.
Un funcionario de la Fiscalía, que pidió el anonimato por no estar autorizado a hablar públicamente sobre el caso, dijo a The Associated Press que los cuerpos tenían diversos grados de descomposición y algunos estaban cubiertos de cal, al parecer para minimizar el olor a carne podrida.
El funcionario comentó que una de las líneas de investigación es que se trate de un fraude de los encargados de la funeraria y no un caso de violencia del narcotráfico. Es decir, que no cremaran los cuerpos como supuestamente tendrían que haberlo hecho.
Dijo que algunos cuerpos tienen al menos un año de haber fallecido, pero que el fiscal dará más detalles en el transcurso del día.
La mayoría de los cuerpos estaban cubiertos con sábanas y parecía que fueron abandonados en el lugar antes de que la funeraria dejara de operar.
Las autoridades llegaron al lugar después de que vecinos de la zona se quejaron sobre el olor. Personal militar y policías resguardaban la zona.
Hasta ahora, sin embargo, no parece que el caso de los estudiantes tenga alguna relación con el hallazgo de los cuerpos.
