Un equipo reporteril de EL IMPULSO realizó un recorrido por el este de la ciudad. Durante el recorrido se pudo constatar la cantidad de huecos de diversos tamaños que tristemente “engalanan” las calles y avenidas de la capital larense. Los diversos cráteres progresivamente aumentan su diámetro motivado por las lluvias y el desgaste por falta de mantenimiento.
En la zona se multiplican los huecos y pese a los esfuerzos en el plan de abordaje realizado por la Alcaldía de Iribarren, el problema es tan evidente como el drama que todos viven a diario.
Conductores y transportistas reiteran sus denuncias porque los baches representan un problema en las carrocerías de sus vehículos, los neumáticos se deterioran y hasta el tren de delantero puede verse afectado. Los transeúntes no están a salvo de esta situación, debido a que los huecos pueden comprometer su integridad física al momento de pasar por encima de ellos.
Sin embargo, en muchos de estos sectores, los vecinos se han visto en la necesidad de rehabilitar las calles con sus propias manos, quienes con ayuda de algunos colaboradores que prestan los materiales, logran subsanar el problema por un corto tiempo.
En la urbanización Los Cardones, específicamente en la calle 3 con la avenida principal del sector, se dejó observar una inmensa zanja que está en reparación por parte de la empresa Hidrolara. Algunos conductores temen que siga cediendo el terreno. Además, deben realizar maniobras para esquivar una tanquilla deteriorada de la empresa Cantv.
La cantidad de baches prosigue en la urbanización Patarata II. Los habitantes reclaman que se han visto afectados por la cantidad de polvo que levantan los automóviles al caer en los huecos. Miguelina Díaz, vecina del sector, comenta sobre la situación. “Mi garaje se encuentra lleno de barro y piedras que arrastran los carros que pasan a altas velocidades; ese hueco está desde hace tres meses”.
De igual forma, el camino llevó al equipo reporteril al barrio 23 de Enero. Raúl Suárez afirmó que en la calle principal del sector se produce un gran congestionamiento por el enorme hueco que le da la bienvenida a los conductores que circulan por el sector.
