La número uno del mundo, la estadounidense Serena Williams, vapuleó a la rumana Sorana Cirstea por 6-2, 6-0 este domingo para ganar el Torneo WTA de Toronto (Canadá), de categoría Premier, su octavo título del año.
Serena, de 31 años, demostró que llega en sus mejores condiciones al Abierto de Estados Unidos, último torneo del Gran Slam de la temporada, que se disputará a partir del 26 de agosto en Flushing Meadows, Nueva York.
La menor de las hermanas Williams, sorpresivamente eliminada en octavos de final de Wimbledon tras ganar su decimosexta corona de Gran Slam en Roland Garros, conquistó su tercer título en el Abierto canadiense este domingo luego de los conseguidos en 2001 y 2011.
Serena solo necesitó 61 minutos para salir de Cirstea y hacerse con el 54 título de su carrera.
«Estoy decepcionada por no haber ganado Wimbledon y Australia», dijo Williams, que tiene programado su próximo torneo en la pista dura de Cincinnati la semana entrante. «¡Siempre soy insaciable!», afirmó.
Cirstea, que se había convertido en la gran sorpresa del torneo al bajar a tres jugadoras del ‘Top Ten’ para llegar a la final, no pudo hacer mucho ante la fuerza demoledora de Williams.
«Yo sé que ella es capaz de ganar partidos importantes. Y ha dado tantas grandes sorpresas de esta semana. No quiería ser otra de sus víctimas», expresó la tenista estadounidense.
Camino a su tercera final en el circuito de la WTA y primera en cinco años, Cirstea derrotó a la danesa Caroline Wozniacki (décima del ránking mundial), la checa Petra Kvitova (séptima) y la china Li Na (quinta), así como a la exnúmero uno del mundo, la serbia Jelena Jankovic.
Frente a Serena, la rumana de 23 años cayó por tercera vez en su carrera en igual número de encuentros. Cirstea nunca ha logrado ganar más de dos games seguidos a Williams en un set.
A pesar de su creciente confianza, los nervios de Cirstea la traicionaron cuando abrió el partido con una doble falta, y entregó otra doble falta para ceder su saque en el primer juego.
Al borde de otro quiebre en el tercer game, produjo su mejor demostración del partido para mantener a raya a Williams brevemente, pero la estadounidense ganó el descanso en su tercera oportunidad para una ventaja de 3-0.
Sin embargo, Williams no estaba en su mejor momento, y constantemente se masajeaba un muslo, mientras se alenataba a sí misma después de varios tiros errados.
«Ya sea porque estaba cansada o tenía un poco de calambre (en el muslo), pero al final me estuve diciendo todo el tiempo: ‘Vamos, Serena, que estás a sólo tres games (del triunfo). Cálmate, hermana'».
Cirstea cobró energía y se acercó 3-2, pero la magia no le duró mucho, pues Williams puso el extra y ganó los últimos tres games para embolsarse el set en 37 minutos. bb/dj/psl/ma
