Ismael José Soto Manzano (28) fue asesinado el 27 de junio en el sector Las Filas del caserío Miraflores I, en el municipio Andrés Eloy Blanco.
El hombre se encontraba en una congregación evangélica y dejó su casa sola. Cuando llegó se percató que lo habían robado. Los hampones se introdujeron aprovechando su ausencia y se apoderaron de un teléfono celular, dinero en efectivo, comida y un veneno que utilizaba para la siembra.
Molesto, Soto Manzano comenzó a seguir el rastro por el monte y llegó a donde estaban los hampones escondidos. Estos, machete en mano, al verse descubiertos atacaron a Soto Manzano cuando reclamaba por lo suyo. Sin piedad alguna le dieron muerte y posteriormente escaparon.
Funcionarios del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), acudieron al lugar de los hechos, hicieron el levantamiento del cuerpo y comenzaron a realizar las pesquisas.
Lograron identificar a sus atacantes. Se trata de tres personas, las cuales resultaron ser conocidos de Soto Manzano y, además, sus vecinos.
Los sabuesos hicieron la aprehensión de los tres presuntos homicidas, identificados como: José Ramón Colmenárez Escobar, de 37 años de edad; y dos adolescentes, uno de 16 y otro de 15 años.
Los tres fueron puestos a la orden del Ministerio Público, siendo presentados. Les dieron privativa de libertad.
En libertad
Walter Alexander Catarí Uranga, de 21 años, murió el 2 de julio en una montaña de Lomas de León, cuando recibió un disparo en forma accidental de manos de su primo de tan solo 17 años.
Según relataron funcionarios cercanos a la investigación fue el mismo muchacho quien avisó de lo sucedido y de inmediato se entregó a los cuerpos de seguridad.
En el momento fue privado de libertad por los investigadores, quienes lo pusieron a orden del Ministerio Público.
El juez determinó que ameritaba una medida cautelar de presentación, porque el crimen fue cometido en forma accidental.
