Comenzar a hablar con una persona que aún no conocemos es fácil, siempre y cuando sepamos cómo hacerlo.
Fíjate en las personas que parecen sociables y dispuestas a hablar contigo. La mayoría de nosotros estamos encantados en tener la oportunidad de conocer a gente nueva. presta atención, sobre todo, en alguien que esté solo y no en plena actividad. Si esta persona se percata del interés que tienes por acercarte a ella y te sonríe, desde luego que es una buena señal. También es una buena señal que te mire en más de una ocasión o que se muestre gestualmente abierta. Presta atención a su lenguaje no verbal.
Volviendo a tu propósito de conocer a alguien, una vez que escoges la persona a la que te acercarás, pasa a sonreír, a buscar un contacto visual con ella y a hablar. Basta que recurras a los comentarios más habituales. Lo que realmente es importante es que a veces las oportunidades que se ten presenten y tu plan de acercamiento funcione bien.
Si la otra persona está interesada, él o ella con seguridad te lo mostrará y finalmente no será difícil que encuentren temas comunes sobre los que conversar para, más tarde, cuando ya hayan hablado un rato, pasar a comentar cuestiones personales.
El máximo objetivo que tienes que marcar en un principio es solamente llegar a interesarle, de modo que la mejor manera para hacerlo es formulándole un pregunta. Las preguntas cerradas no están mal para empezar, siempre y cuando no le formules muchas preguntas de este tipo seguidas. Por ejemplo, puedes comenzar preguntándole: ¿eres de aquí? Tampoco está mal empezar comentándole una opinión propia o un hecho cualquiera.
Hay tres tópicos que podrás tener en cuenta para empezar una conversación con una alguien desconocido como el error de hablar de ti mismo, sobre todo esto lo hacen las personas solitarias. Si quieres acercarte, pregúntale sobre su familia, profesión, intereses y gustos. No se debe ser protagonista en la plática.
Tienes más posibilidades de entablar una conversación con otra persona, si le preguntas sobre sus cosas que si le hablas de ti mismo. Ahora bien, no empieces por hacer interrogantes profundas , pues puedes espantar a la persona a la que te acerques. Basta con que le hagas algún comentario sobre un accesorio de su ropa o con que le preguntes algo sobre sus gustos.
Hablar sobre una mejor opción y de la más fácil. Si comentas algo sobre la situación en la que se encuentren ambos, evitarás ser indiscreto (pues no tendrás que preguntarle nada sobre su persona) y ser pesado como hablar de ti puede cansar a tu interlocutor, sobre todo si lo acabas de conocer.
