El próximo 13 de junio es la festividad de San Antonio de Padua, uno de los santos más queridos del catolicismo, cuya vida y milagros han trascendido siglos y fronteras. En Venezuela, y particularmente en el estado Lara, su figura es sinónimo de fe y esperanza, con una profunda devoción que se manifiesta en multitudinarias celebraciones. Hoy en el Click Dominical exploraremos la vida de este «Arca del Testamento» y su arraigo en la tradición venezolana.
Un santo con orígenes portugueses
San Antonio de Padua, cuyo nombre de nacimiento era Fernando de Bulhoes y Taveira de Azevedo, vino al mundo en Lisboa, Portugal, en 1195. Su camino espiritual comenzó a los 15 años en la orden de los canónigos regulares de San Agustín. Sin embargo, fue su encuentro con la orden franciscana, fundada por San Francisco de Asís, lo que marcó un antes y un después en su vida, llevándolo a adoptar el nombre de Antonio y a dedicarse plenamente a la predicación del evangelio. Su elocuencia y conocimiento de las Escrituras eran tan profundos que el propio Papa Gregorio IX lo llamó el «Arca del Testamento«.
Milagros y sabiduría: El legado de San Antonio
La vida de San Antonio estuvo repleta de eventos extraordinarios que cimentaron su fama de santidad. Se le atribuyen numerosos milagros, desde hacer hablar a un pez, como se cuenta en la tradición, hasta reinsertar el pie amputado de un joven. Uno de los relatos más entrañables es el de San Antonio sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos. Su sabiduría teológica, combinada con una memoria prodigiosa, lo convirtió en un predicador y maestro de teología itinerante por Italia y Francia, dejando una huella imborrable en la historia de la Iglesia.
San Antonio: ¿Patrono de los desesperados?
San Antonio de Padua falleció a la joven edad de 36 años en Padua, Italia, rodeado por sus hermanos franciscanos. Sorprendentemente, fue canonizado apenas un año después por el Papa Gregorio IX, convirtiéndose en el segundo santo más rápidamente reconocido por la Iglesia Católica, solo superado por San Pedro Mártir de Verona. Su culto se extendió rápidamente por el mundo, y hoy es invocado como el patrón de los objetos perdidos, las mujeres estériles, los pobres, los viajeros, los albañiles, los panaderos y los papeleros, además de ser una figura clave para quienes buscan pareja o fortalecer el amor.
El «Santo Milagroso» de Lara
En Venezuela, San Antonio de Padua goza de una inmensa devoción popular, especialmente en el estado Lara, donde es cariñosamente conocido como «el santo milagroso». La tradición oral relata que la imagen del santo llegó a Lara en 1620, traída por un fraile franciscano y colocada en la capilla del pueblo de El Tocuyo. Fue allí donde comenzaron a ocurrir los primeros «hechos prodigiosos«, atrayendo a fieles de todas partes.
Una tradición viva en Barquisimeto
Actualmente, la imagen de San Antonio de Padua es el centro de la devoción en la basílica menor que lleva su nombre en Barquisimeto. Cada 13 de junio, la ciudad se viste de fiesta para celebrar a su santo patrono con una multitudinaria procesión. Miles de devotos recorren las calles, rindiendo homenaje con flores, velas y cantos, en una muestra palpable de fe y gratitud. San Antonio de Padua continúa siendo un faro de santidad, humildad y caridad, inspirando confianza y esperanza en Dios a través de su poderosa intercesión.
