La ciudad de Barquisimeto enfrenta una grave crisis sanitaria a raíz del desbordamiento generalizado de aguas negras, que ha convertido calles y viviendas en extensiones de un colapsado sistema de cloacas. La situación ha desatado una creciente alarma entre sus habitantes, quienes expresan profunda preocupación por los inminentes riesgos para la salud pública y el deterioro de su calidad de vida.
En el sector Bararida, específicamente cerca de las Residencias Venezuela, II etapa, al menos 112 familias se ven directamente afectadas por un persistente brote de aguas residuales. Residentes consultados por El Impulso han reportado una alarmante incidencia de problemas de salud, incluyendo inflamación de garganta y afecciones respiratorias, directamente atribuidas a la exposición continua.
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Ante la inacción de las autoridades, los vecinos han tomado medidas paliativas, aplicando cloro al agua acumulada en un intento desesperado por mitigar los riesgos sanitarios. Representantes de Hidrolara se hicieron presentes en la zona, explicando que el desbordamiento proviene de una «boca de visita» que recibe todos los desechos de la tubería principal de la Avenida Morán.
A pesar de los mantenimientos previos realizados por Hidrolara en tuberías aledañas, la problemática persiste y se agrava con cada lluvia, aunque los residentes señalan que durante las precipitaciones el agua se presenta más limpia y con menos olor. La comunidad exige una intervención urgente y definitiva para resolver esta emergencia que amenaza la salud y el bienestar de cientos de familias.
