María Claudia Tarazona, esposa de Miguel Uribe precandidato presidencial en Colombia que sufrió un atentado el pasado fin de semana, expresó su profundo agradecimiento por el apoyo incondicional recibido, destacando el valor y la honra del esfuerzo colectivo en estos momentos difíciles para su familia y Colombia.
«Gracias por estar aquí cada hora, cada minuto y cada segundo. Lo valoro profundamente. No desfallezcamos», instó Tarazona, visiblemente conmovida. Reveló que Miguel Uribe, su esposo, continúa su ardua batalla por la vida tras sufrir un disparo en la cabeza. Su fortaleza, afirmó, se nutre del amor de sus hijos y de la familia, así como del inmenso apoyo de los colombianos.
«El amor de cada uno de los colombianos y todas sus manifestaciones han sido la fuerza que le han dado a Miguel la batería para enfrentar los días más difíciles y más oscuros», compartió.
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Tarazona describió el sufrimiento que atraviesa su familia como algo innombrable, más allá del dolor, el horror o la tristeza. «No podemos bautizar este momento con ninguna palabra existente desde que la humanidad existió. Y sé que ustedes comprenden de lo que les estoy hablando», expresó.
Unidad nacional
Hizo un emotivo llamado a la oración y a la unidad nacional, reconociendo haber sentido el amor y las oraciones de todos, los cuales ha transmitido a Miguel. Subrayó que el país está en guerra, y que así como su familia, miles de colombianos sufren las consecuencias de la violencia.
En un llamado a la acción dirigido a todos los sectores políticos, grupos armados y ciudadanos, Tarazona enfatizó la necesidad de sanar a Colombia y unirse para que las vidas perdidas, como la de los policías, no sean en vano. «Que su causa siga en pie y Colombia logre un país unido. Por eso Miguel está donde está, porque estaba luchando por la unión y por sanar un país en guerra», aseveró.
Con una voz cargada de emoción, Tarazona reiteró la tragedia de la situación que enfrenta su hijo de cuatro años, quien ahora debe comprender que su padre fue herido. «Ningún niño en Colombia debería repetir la historia que está viviendo mi hijo hoy. Contar a sus cuatro años que su papá sufrió un disparo en la cabeza. Ningún colombiano debería vivir eso«, lamentó.
Finalizó expresando su total amor, empatía y solidaridad con todas las familias colombianas que comparten este dolor. Hizo un llamado a construir juntos un propósito de vida para que la violencia cese y tenga un fin trascendente: «sanar a Colombia. Y para sanarla tenemos que unirla«. Concluyó su intervención con un profundo agradecimiento, admiración y reconocimiento por el trabajo de todos.