La península de Kamchatka, en el Lejano Oriente ruso, enfrenta una nueva amenaza: el volcán Klyuchevskoy, el más alto de Eurasia, ha entrado en erupción. Este evento se produce después de un devastador terremoto de magnitud 8.8 que sacudió la región, generando tsunamis en todo el Pacífico y sumiendo la zona en una crisis sísmica continua.
La sucursal local del Servicio Geofísico de la Academia de Ciencias de Rusia confirmó este miércoles que la actividad volcánica es una consecuencia directa del potente sismo, el más intenso registrado en la zona desde 1952. Mientras la región aún se recupera del impacto telúrico, las cámaras de monitoreo y los científicos documentan el descenso de lava incandescente por la ladera occidental del volcán.
Según reportes de la agencia rusa TASS, la erupción está acompañada de fuertes explosiones y un intenso resplandor visible sobre el cráter, lo que indica una actividad considerable. Las imágenes difundidas por el servicio científico ruso muestran la magnitud de la erupción, añadiendo una nueva capa de complejidad a la ya tensa situación en la región del Pacífico.
El Klyuchevskoy, un imponente estratovolcán con un cono casi perfecto y un cráter principal de unos 700 metros de diámetro, es conocido por su historial de erupciones. Además de su cráter principal, el volcán posee alrededor de 80 cráteres explosivos secundarios y conos de ceniza dispersos en sus laderas, lo que lo convierte en uno de los volcanes más activos del mundo.
La erupción es motivo de creciente preocupación para los residentes locales, especialmente para las aproximadamente 4,500 personas que viven en la aldea de Klyuchi. Esta localidad se encuentra a solo 30 kilómetros del volcán, en el distrito de Ust-Kamchatski, poniendo a sus habitantes en la primera línea de riesgo ante la evolución de este nuevo fenómeno natural. Las autoridades mantienen un monitoreo constante y evalúan los posibles escenarios para garantizar la seguridad de la población.