En los últimos días se ha visto con mucha preocupación como se han abierto enormes huecos en algunas importantes arterias de la capital larense. Hace poco un inmenso cráter dejó incomunicado un canal de la avenida Florencio Jiménez a la altura de Pueblo Nuevo, al oeste y este miércoles el pavimento cedió ante la presencia de una enorme fosa de más de dos metros de profundidad en la entrada a Barquisimeto, a la altura de El Cardenalito del este.
En anteriores oportunidades el ingeniero Sergio Borgel, experto en la materia, ha advertido que la red cloacal de la ciudad está colapsada en toda su extensión y que esa situación puede ocasionar graves problemas, entre otros el hundimiento del pavimento, como ya lo estamos viendo.
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Esto ocurre, explica Borgel, porque la capa de rodamiento de nuestras calles y avenidas está soportada por una base granular que forma una parte muy importante de la estructura de pavimento de una vía y cuando la misma se humedece progresivamente, pierde su capacidad y coloquialmente hablando se convierte en barro y por lo tanto se hace vulnerable a las cargas que soporta y se abren los huecos.
«Cuando tienes el 70% o más, de las tuberías de aguas servidas de la ciudad en situación de pre colapso y colapso, por vida útil cumplida, entonces comienza un proceso muy peligroso de masificación del colapso terminal de todos los sistemas de tuberías de cloacas que tienen más de 40 años instaladas«, señaló Borges.
Explicó, que los diámetros de la mayoría de esas tuberías son insuficientes para el caudal de una ciudad en permanente crecimiento urbano sin control de ninguna naturaleza. Otro elemento que complica más aún la situación es la conexión de los drenajes de aguas de lluvia, ya que el 99% de los inmuebles de la ciudad están conectados a las redes cloacales.
«Por esta razón, durante eventos de lluvia, las bocas de visita de rebosan y comienzan a trabajar en situación de reflujo con aguas negras mezcladas con aguas de lluvia que contaminan la ciudad», indicó el experto.
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Ante esta situación, se hace urgente, con base al inventario de daños de las redes cloacales de la ciudad que deben estar en Hidrolara, cuadricular la ciudad con base a prioridades y comenzar una trabajo, a 7 años, destinado a sustituir todas las tuberías que están colapsadas, a partir de la revisión de sus diámetros en función de las proyecciones de crecimiento urbano a 100 años. «Debemos comenzar por actualizar El Plan de Desarrollo Urbano Local que están vencido. Barquisimeto no tiene un Plan de Desarrollo Urbano Local, PDUL.
«Cuando las bases granulares de la vialidad de una ciudad se humedecen por fugas de aguas negras y servidas, entonces estamos frente a serios problemas con la masificación de huecos y hasta la posibilidad que que alguien se mate cayendo en uno de ellos», indicó para cerra el ingeniero Sergio Borgel.
