#Opinión: Un perro exprés Autor: Luisa Arismendi Collantes

Les contaré una historia perruna de la vida real, indicándole de antemano que no haré referencia a la comida rápida perro caliente, ya que comprar un perro para consumo por la misma modalidad propia del servicio, debe ser un acto exprés.
Por allí no va la historia ilustrada, esto se trata de un hecho real que sucedió recientemente y por razones obvias no haré referencia a las personas afectadas. Ocurrió que una familia fue víctima de un secuestro exprés, el cual duró todo un día, con la diferencia de que el secuestrado no fue una persona, sino que fue nada más y nada menos que la mascota, es decir, el perro.
Me contaron que el perro todos los días a eso de las 6:00 am sale tranquilamente de su casa a pasear y hacer sus necesidades en un parquecito situado a dos cuadras de su hogar. Los dueños lo enseñaron y acostumbraron a realizar dicha actividad solo y a eso de la 7:30-8:00 am el perro regresa a su casa. En la tarde a las 4:00 pm el perro vuelve a salir y regresa antes de las 6:00 pm.
Pues no van a creer que la semana pasada, el perro luego de la salida matinal no regresó. ¿Qué pensó la familia?, a primera instancia que se perdió, que lo atropelló un carro, que se lo robaron, qué sé yo tantas cosas y tan pocas que se pueden pensar en esos casos, pero ya siendo las 11:00 am y luego de recorrer el parque sin tener razón ni rastro del perro, los miembros de la familia regresaron al hogar tristes, quizás soñando que de repente aparecía en horas de la tarde.
Cuál sería la sorpresa que a la 1:30 pm una llamada anónima al teléfono local de la vivienda –el perro no tenía celular-, le informan que su mascota será canjeada en otro parque cercano, siempre y cuando cancelen de inmediato Bs. 2.000, informando además que se trataba de un secuestro y por ende no podían avisar a las autoridades, al menos que quisieran ver el cadáver del perro en el parque habitual.
¿Cómo les parece? Aseguro a los estimados lectores que esta historia es real, que indiferentemente de mi estilo al escribir, entre chistes e ironías, confirmo que esto es completamente real e invito que los que tengan historias parecidas las informen, ya que está a la vista una nueva modalidad delincuencial.
El final ocurrió a las 7:00 pm de la noche, cuando la familia culminó el mal rato pagando sin rebajas Bs. 2000. Es importante acotar que las razones se les respeta, entre ellos calmar las lágrimas y angustias de sus dos pequeños hijos y por consideración al perro, que lo quieren como un miembro más de la familia.
Hagamos un minuto de silencio, por el secuestro exprés del perro y la evidente desintegración social. ¿Hacia dónde vamos? ¿Ya no se podrá tener ni perros?