Carlos Morris, jugador profesional de baloncesto, perteneciente al equipo de los Guaros de Lara, fue detenido la madrugada del sábado en un reconocido centro nocturno de Puerto La Cruz, en el estado Anzoátegui. El procedimiento fue realizado por funcionarios del Grupo Antiextorsión y Secuestro pertenecientes al Comando Regional número 7, quienes tras una exhaustiva investigación junto al Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, determinaron que el deportista de 34 años, estaba implicado en varios casos de extorsión y secuestro en el Oriente del país, por lo cual permanece tras las rejas en Cumaná, donde se efectuaron la mayoría de las denuncias.
En labores de inteligencia, los especialistas relacionaron a Morris con Jorge Fernández Morillo, de 36 años y Juan Carlos Camero, de 32 años, este último hermano del cabecilla de este grupo delictivo, quien se encuentra recluido en la penitenciaría de Nueva Esparta, ya que, al trío de detenidos, les encontraron transacciones bancarias de altas sumas de dinero en sus cuentas, producto de las diferentes extorsiones y pagos recibidos por liberar a los plagiados. Las investigaciones continúan debido a que se presume, exista una cuarta integrante de la banda delictiva, la cual estaría residenciada en Margarita.
El general de Brigada Endes Palencia, jefe del CORE 7, indicó que en un primer allanamiento efectuado el jueves pasado, los efectivos detuvieron a Camero en la ciudad de Puerto La Cruz y a Fernández, el mismo día, cuando se disponía a cobrar un cheque de 950 mil bolívares.
La máxima autoridad del Regional 7 de la GNB, explicó que el modo operandi de la banda, era que los ingenieros Camero y Fernández se hacían pasar por trabajadores de una empresa de vehículos, para captar compradores ofreciéndoles precios más bajos. “Sus víctimas por lo general residían en la zona Centroccidental del país, por lo cual debían trasladarse hasta el estado Sucre para así retirar y gestionar el pago del automóvil, sin embargo, una vez que llegaban al oriente venezolano, eran interceptados y secuestrados por antisociales y de inmediato procedían a exigir dinero a cambio de su liberación”.
El procedimiento fue puesto a la orden del Tribunal 5to de la Circunscripción Judicial Penal de Anzoátegui y de la Fiscalía Nacional N° 78 del Ministerio Público.